sábado, 28 de julio de 2007

Noam Chomsky y los negadores de Holocausto II

Las supuestas bases "documentales" del antisionismo

El libro más ambicioso de Chomsky acerca de Israel, publicado en 1983, se titula The Fateful Triangle: The United States, Israel and the Palestinians (El Triángulo Fatídico: Estados Unidos, Israel y los palestinos). Trata de analizar la historia y la situación actual de la disputa entre árabes e israelíes, así como el papel que desempeña Estados Unidos en la misma. Como otros escritos políticos de Chomsky, el que nos ocupa ha sido elogiado ampliamente por sus seguidores, que aplauden su riqueza de "hechos" y su base documental. Además, como ya hemos visto, es un trabajo muy valorado en muchos de los catálogos de libros del antisemitismo organizado.
La violencia entre árabes y judíos –quién hizo qué a quién y cuándo- es, naturalmente, un campo de controversia entre los que escriben desde cada uno de los dos bandos. Hay dos sucesos en la historia reciente de las relaciones entre ambos que siempre han llamado especialmente la atención de investigadores y propagandistas: los disturbios de 1929, en Hebrón y en todas partes, y la Guerra de Independencia de 1948. Se sabe lo bastante de estos sucesos como para que sirvan de piedra de toque a todo el que se dedica a escribir racionalmente acerca del conflicto entre árabes y judíos. Propongo que examinemos el tratamiento que Chomsky dispensa a ambos incidentes, no sólo para estudiar su punto de vista, sino para comprobar si los métodos que emplea son los propios de una mínima objetividad intelectual, o no.

La violencia de 1929
Chomsky dedica dos párrafos, uno en el texto principal y el otro en una larga nota a pie de página, a los hechos que tuvieron lugar en 1929. El texto de la página 90, dice lo siguiente:
[Los musulmanes] nunca aceptaron la legitimidad del punto de vista [de Balfour] y se opusieron a él de distintas formas. Recurrieron repetidamente a la violencia terrorista contra los judíos. El caso extremo ocurrió a finales de Agosto de 1929, cuando 133 judíos fueron masacrados. El "incidente más espantoso" sucedió en Hebrón, donde 60 judíos fueron asesinados, la mayor parte de ellos miembros de una vieja comunidad especialmente antisionista. La policía árabe "se mostró indiferente mientras sus correligionarios musulmanes irrumpieron en la población y llevaron a cabo atrocidades que habrían sido repugnantes incluso para los animales"; y la matanza habría sido todavía mayor, de no haber sido por la valiente intervención de un miembro de la policía británica, cuerpo que padecía una aplastante falta de personal. (4). Muchos judíos fueron salvados por vecinos musulmanes*.
He mostrado las referencias a pie de página, una de ellas marcada con un (4) y la otra con un asterisco. La primera de ellas se encuentra en la página 169 y dice "Ibid, pp. 109-110, 123", una referencia a Crossroads to Israel (Israel en la encrucijada) de Christopher Sykes. La nota marcada con el asterisco se desarrolla entre las páginas 90 y 91 y su texto es el siguiente:
* La masacre fue la respuesta a una manifestación organizada ante el Muro de las Lamentaciones, como oposición a la "arrogancia árabe" "una enorme provocación, incluso para la opinión pública judía" (Flapan, Zionism and the Palestinians, p. 96). Véase Sheean, in Khalidi, From Haven to Conquest, para más información acerca de los informes detallados de algunos testigos. La provocación fue orquestada por Betar, el movimiento juvenil de la organización revisionista de Vladimir Jabotinsky, la precursora del Herut de Begin, el elemento central de la coalición del Likud. El propio nombre "Betar" refleja el cinismo de este movimiento de corte fascista que, en palabras de Flapan, describía a Hitler "como el salvador de Alemania, Mussolini como el genio político del siglo" y, frecuentemente, actuaban de forma coherente con estas proclamas. El nombre es el acrónimo de "Brith Yoseph Trumpeldor" ("El pacto de Joseph Trumpeldor"). Trumpeldor murió defendiendo el asentamiento norteño de Tel Hai, del ataque de un grupo de beduinos; Jabotinsky "se oponía al llamamiento laborista en busca de una movilización para ayudar a los colonos amenazados" (Flapan, p. 104).
Chomsky reconoce aquí que hubo una matanza de judíos en Hebrón y cita a Sykes cuando afirma que fue algo "espantoso". Escribe la palabra "espantoso" y, su uso de la misma, a pesar de que se trata de una cita de Sykes y que la pone entre comillas, pudo servirle más tarde, a él y a sus amigos, como prueba de su sensibilidad ante el sufrimiento de los judíos. Como ya hemos visto, a Chomsky le gustan mucho este tipo de maniobras auto-exculpatorias.
Pero el profesor también se apresura a darnos dos grupos distintos de justificaciones de la matanza de Hebrón a cargo de los árabes. El primero aparece al principio del párrafo principal: los asesinatos eran parte de la "resistencia" de los musulmanes al Plan Balfour, que pretendía establecer una nación judía. 73. El segundo está más elaborado, y comprende a toda la nota marcada con el asterisco: parece ser que la masacre fue "provocada" por una organización juvenil "de corte fascista" llamada Betar.

¿Cómo documenta Chomsky esta acusación de "provocación"?
Cita tres referencias en su nota: a) Simha Flapan, acerca de la importancia de la manifestación de Betar en Jerusalén, b) Vicent Sheean, "testigo presencial" de dicha manifestación y, finalmente, c) Flapan, de nuevo, esta vez en lo que concierne a la naturaleza de Betar.

a) La manifestación de Betar en Jerusalén: Flapan contra los historiadores
Simha Flapan, fallecido recientemente, era un polémico escritor y editor israelí de izquierdas que afirmaba que la manifestación de Betar en 1929 "… condujo a los disturbios y a los sangrientos incidentes". Sin embargo, Flapan menciona dichos incidentes sólo de pasada, no proporciona evidencia alguna para su aseveración y, en cualquier caso, no es ningún historiador experto. Al igual que Marlen, Chomsky cita aquí la opinión no contrastada de un escritor de segunda fila, como si fuera una prueba fehaciente.
Resulta, además, que ya existen estudios acerca de los sucesos de 1929, y que todos ellos toman, como uno de sus puntos de partida, el Informe de la Comisión de Investigación Shaw, creado por el Gobierno Británico. Chomsky no menciona dicho Informe, a pesar de que, probablemente, se trata de la más certera descripción de los hechos que se ha podido realizar, entonces, o ahora.
El libro The Emergence of the Palestinian-Arab National Movement, 1918-1929 (El surgimiento del Movimiento Nacional árabe-palestino), de Y. Porath, puede considerarse como una guía bastante fiable para el estudio de las diferentes afirmaciones sobre el tema. Chomsky profesa un gran respeto a esta obra, y la cita con frecuencia, en su trabajo (página 169), como el texto de una autoridad. Porath se esfuerza en dar una relación de todas las provocaciones, tanto de los judíos como de los árabes, en el periodo anterior a los incidentes de 1929. En lo que respecta a las manifestaciones de Betar, esta es la opinión de Porath:
Aunque es cierto que la manifestación de Betar en el Muro de las Lamentaciones, en Tishea Be-Av (el 15 de Agosto de 1929) provocó una contra-manifestación de árabes al día siguiente, en el mismo lugar, los sangrientos incidentes [de Hebrón] ocurrieron una semana más tarde, y no necesariamente como respuesta a la manifestación judía. (p. 269.)
Porath es bien conocido por sus simpatías hacia el movimiento nacionalista árabe, y Chomsky le cita, dándole su aprobación en lo concerniente a la guerra del Líbano, en las páginas 200, 260 y 334 de su libro. Sin embargo, cuando Porath escribe sobre su mayor especialidad profesional, esto es, la historia árabe-israelí, el profesor prefiere ignorarle.
Es también digno de crítica el hecho de que Chomsky no mencione a Christopher Sykes. El profesor se refiere a él en su texto principal, diciendo que es una autoridad en el estudio de las revueltas de Hebrón, pero no dice nada de la opinión que Sykes mantiene acerca de la relación entre éstas y la supuesta "provocación" de Betar. Lo cierto es que el escenario que pinta Sykes es muy parecido al que describe Porath. En Jerusalén, un chico judío fue asesinado pocos días antes de las gravísimas revueltas. Tanto los judíos como los musulmanes habían estado involucrados en provocaciones. En lo que se refiere a los días inmediatamente anteriores a la manifestación de Betar, Sykes escribe: "el ambiente en Jerusalén se volvía más tenso cada día, y la política del Consejo Supremo Musulmán acerca del Muro de las Lamentaciones, que se basaba en aguijonear a los judíos, tuvo, como se deseaba, el efecto de llevarlos a la exasperación" (p. 136).
El hecho es que todos los historiadores están de acuerdo en que árabes e israelíes se provocaron mutuamente, pero Chomsky, que ignora todo testimonio y favorece sólo el obiter dictum de un periodista, parece que sólo ve culpa en los judíos.

b) Vicent Sheean, testigo presencial
Por supuesto, la manifestación de Betar contó con cientos de "testigos presenciales". Uno de ellos, un periodista norteamericano llamado Vicent Sheean, afirma que su presencia en la manifestación le legitima para emitir un juicio acerca de lo que sucedió una semana más tarde en Hebrón, donde no estuvo. Sheean asegura que, antes de los incidentes de 1929, se consideraba pro-sionista, pero que las manifestaciones de Agosto de aquel año, las cuales, según él, fueron las responsables del baño de sangre que vino después, le convirtieron en un antisionista convencido.
La Comisión Shaw (véase la página 52 de su Informe) interrogó a más de veinte testigos presenciales de los acontecimientos de Jerusalén. Sheean, según él mismo dice en sus escritos, era uno de ellos. Escribe, también, que su testimonio estaba en contradicción con los de otros testigos entrevistados por la Comisión, lo cual tampoco es sorprendente, dado lo poco fiables que suelen ser las narraciones de los testigos oculares. Aún así, el profesor Chomsky cita a Sheaan, y sólo a él, como testigo presencial; la pregunta surge en el acto: ¿por qué lo hace?
Antes de continuar, un breve comentario acerca de cómo Chomsky conoció a Sheean.
Sheean incluyó sus recuerdos de los incidentes de 1929, bajo el título Holy Land (Tierra Santa), en un libro formado por una colección de ensayos de 1935 que llamó Personal History (Historia personal) 74 El libro fue publicado por importantes editoriales norteamericanas y británicas, y está disponible en cualquier biblioteca de investigación. Pero Chomsky no hace referencia a este libro, sino que cita una reedición muy abreviada del trabajo del periodista, en una antología titulada From Haven To Conquest (Del refugio a la conquista), editado por el profesor Walid Khalidi y publicado por el Instituto de Estudios Palestinos de Beirut, en 1971.
Al contrario que Chomsky, el profesor Khalidi no finge una postura neutral entre árabes e israelíes. Dedica su libro "a todos los árabes palestinos bajo la ocupación israelí" y explica cómo hizo la selección de fragmentos de textos para su obra, del siguiente modo: "Cualquier antología es, por definición, selectiva. Los fragmentos de texto en esta antología han sido seleccionados para ilustrar el tema central de la tragedia palestina: el proceso que los sionistas han seguido para arrancar de los árabes el control de Palestina y sus alrededores" (p. xxiv). Naturalmente, en el libro de Khalidi no aparece nada que no "ilustre el tema central". Chomsky usa este trabajo, en su obra, como una de sus fuentes principales, y lo menciona una y otra vez.
Una de las maneras de evaluar la fiabilidad del testimonio de un testigo presencial es determinar la credibilidad de éste. Sheean quiere que le crean, obviamente, no sólo por lo que dice que vio con sus propios ojos, sino por su agudeza y perspicacia a la hora de relacionar lo que vio (Jerusalén) con lo que no vio (Hebrón). Y la versión completa de su testimonio proporciona pistas muy valiosas para determinar su credibilidad.
Entre las páginas 409 y 411, Sheean habla de lo que llama la "herencia de los pogromos" en el pueblo Judío, que observó tanto en Palestina como en cualquier otro lugar: el miedo increíblemente irracional que aquellas gentes tenían a que pudieran hacerles daño por el simple hecho de ser judíos. "Era un estado mental que no había visto nunca antes, y comprenderlo exigía un verdadero esfuerzo de imaginación". (p. 409). Se ve que él no lo comprendió y, lo que consideraba "miedos irracionales", tanto en Palestina como en cualquier otra parte, acaban siendo las razones que esgrime para justificar su sorprendente conversión repentina, del pro-sionismo al antisionismo. Sheean publicó estas observaciones en 1935, antes del Holocausto, pero después de que Hitler llegara al poder en Alemania. Y, por supuesto, no era el único que no fue capaz de apreciar el realismo excepcional del Sionismo de 1929. De cualquier manera, y fuera el único o no, su punto de vista en aquel entonces no dice gran cosa a favor de su calidad como observador bien informado. Quizás por este motivo, estos párrafos no aparecen en la versión de Khalidi del ensayo.
En su texto sin expurgar, Sheean muestra también una gran admiración por Al-Hajj Amin al-Husayni, el Gran Mufti de Jerusalén: "Pero el Gran Mufti mantuvo la calma; cuanto más lo iba conociendo, más cuenta me daba de que se trataba de un hombre de un notable carácter, una extraordinaria serenidad interior y de gran seguridad. Nunca se exaltaba, siempre estaba abierto al razonamiento y nunca rechazaba una sugerencia o un argumento sin antes haberlo examinado cuidadosamente". Cuando publicó estas líneas, en 1935, quizás no sabía que, dos años antes, inmediatamente después de que los nazis llegaran al poder, el Mufti había hecho público su apoyo y admiración al Gobierno de Hitler, especialmente en lo que hacía referencia a sus políticas antisemitas.
Debería haberlo sabido, sin embargo, ya que, como afirmaron todos los testigos bien informados, el Mufti jugó un papel muy importante en el azuzamiento de la violencia de los musulmanes contra los israelíes en la década de los 20.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el Mufti se convirtió en un incordio para los partidarios del bando musulmán. El texto original de Sheean fue, posiblemente, una de las últimas publicaciones en la que un reputado escritor occidental expresaba su admiración por él. En la versión del texto que hizo Khalidi, la citada por Chomsky, se elimina toda alabanza al Mufti. Sin esos párrafos, el lector de Sheean se ve privado de una de las pistas más importantes que conducen a la demostración de la falta de credibilidad de éste.
Resumiendo: Chomsky ignora la bibliografía académica acerca de los disturbios de 1929. Si hubiera mostrado los contenidos de dicha bibliografía a sus lectores, su posición pro-árabe y sus acusaciones antijudías no se tendrían en pie. Cita la declaración de un solo testigo presencial cuando podía haber consultado las de muchos otros y, además, escoge al testigo en cuestión por el hecho de que cuenta con toda una antología de escritos pro-árabes. Para terminar, elimina cualquier información que permita al lector poner en tela de juicio la credibilidad del testigo.
¿Es este el tipo de investigación que se enseña en el MIT?

c) La "fascista" Betar
Chomsky acusa a Betar, una organización juvenil del Revisionismo Sionista, no sólo de que tenían un "estilo fascista", sino de que incluso dedicaban elogios a Hitler, supuestamente como parte de su postura política en 1929 (por supuesto, en aquel año, Hitler aún no había llegado al poder, y apenas se le conocía fuera de Alemania, pero pasemos eso por alto). El profesor cita de nuevo al escritor izquierdista israelí Simha Flapan que, aunque no tenía gran cosa que decir acerca de los incidentes de Hebrón, en una ocasión dedicó un capítulo entero al Revisionismo Sionista.
En el párrafo reproducido antes, Chomsky describe a Betar como "ese movimiento de estilo fascista que, en palabras de Flapan, describía a Hitler como el salvador de Alemania y a Mussolini como el genio político del siglo". El profesor se muestra algo olvidadizo en este tema y no nos cuenta dónde Flapan dice tal cosa. El asunto es que, el israelí, escribió algo ligeramente distinto:
"La violenta campaña anti-laborista, acompañada por una propaganda ponzoñosa, reyertas y violencia física en los dos bandos, creó, en 1930, una situación de preguerra civil [entre el Laborismo y el Revisionismo sionistas]. Los revisionistas trataron de oponerse a la hegemonía laborista, pero les salió el tiro por la culata. Se ganaron la fama de fascistas a fuerza de utilizar una virulenta propaganda antisocialista, por su irrefrenable odio hacia el kibbutzin, sus "asesinatos de reputaciones", la nada velada simpatía de algunos de sus miembros hacia ciertos regímenes autoritarios (describían a Hitler, por ejemplo, como el salvador de Alemania y, a Mussolini, como el genio político del siglo)". Flapan, pp. 111-2.
Chomsky dice que Flapan acusa a toda la organización Betar de apoyar a Hitler y a Mussolini, pero, sin embargo, el escritor israelí sólo dice que las simpatías venían de "ciertos miembros". Esa expresión, "ciertos miembros", que marca la diferencia en el contexto del párrafo y cambia por completo su significado, no aparece en la cita de Chomsky.

¿Es este el tipo de investigación que se enseña en el MIT?
Dejando al margen esta manipulación indignante, sí que es cierto que Flapan mantiene que existía cierta simpatía por Hitler en Betar. ¿Cómo lo sabía? ¿Hasta qué punto podemos considerar a Flapan como un experto en Betar y en el Revisionismo Sionista? Al igual que sucede con Chomsky, el escritor israelí aparece con frecuencia en las citas de propagandistas árabes y antisionistas. Sus artículos se han publicado en revistas que mantienen una opinión hostil a Israel. Sin embargo, a Flapan parece gustarle contar a sus lectores cómo ha llegado a saber lo que dice que sabe, y su obra mantiene cierta integridad. Así, adjunta una breve nota al final de su capítulo sobre los Revisionistas:
"Por falta de tiempo, no he podido examinar y leer detenidamente las fuentes principales. He tenido que basarme en los recuerdos que tengo de hechos que viví y experimenté como miembro del Movimiento Sionista-Socialista, Hashomer Hatzair… He contrastado esos recuerdos con la bibliografía oficial del Partido Revisionista".
Quienes aún tengan recuerdos del movimiento juvenil Sionista de hace cuarenta años, sabrán, como Flapan, que los miembros de Hashomer Hatzair llamaban "fascistas" a Betar, desde luego, y que Betar sabía cómo corresponderles empleando sus propios epítetos. Lo que Flapan pueda recordar sobre aquella niñería de cruce de insultos, nos dice tanto acerca de Hashomer Hatzair, como de Betar. El escritor israelí no cita directamente fuente alguna, ni Revisionista, ni de ninguna otra clase, para respaldar su afirmación de que "ciertos miembros" de Betar admiraban a Hitler. Y podemos estar seguros de que, si hubiera encontrado algún elogio explícito a Hitler en la "bibliografía oficial del Partido Revisionista", la habría mencionado. Pero no lo hace.
Aunque la acusación de Flapan es bastante endeble, se mantiene dentro del polémico estilo de las juventudes sionistas de los años 30. Chomsky va aún más lejos. Elimina la palabra crucial "ciertos", proyecta, hacia los años 20, lo que Flapan describe como que tuvo lugar en los 30, e ignora lo vago de unas evidencias que más parecen rumores. Así, estas maniobras, seguramente mucho más osadas que cualquier cosa que Marlen intentara jamás, proporcionan a Chomsky la prueba de que los judíos que se manifestaron en Jerusalén, en 1929, eran, realmente, iguales que los nazis.

"Los Sionistas son como Hitler", y la cuestión del Mufti
En el libro de Chomsky The Fateful Triangle hay doce referencias a Hitler. En cada una de ellas, se cita alguna actuación judía, comparándola con las del dictador alemán, o se menciona algún rasgo del Estado de Israel o del movimiento Sionista, en términos similares.
En el libro, que trata, ostensiblemente, de la historia de Palestina con Israel y con los árabes, queda claro que a Chomsky le fascina Hitler. Con todo esto, es sorprendente que el profesor haya pasado por alto completamente la corriente política palestina que, por antonomasia, declaró abiertamente su lealtad a Hitler: el Movimiento Nacionalista Árabe liderado por Al-Hajj Amin al-Husayni, el Gran Mufti de Jerusalén. A estas alturas, cualquier colegial sabe del enorme prestigio y poder que el Mufti tenía entre la población musulmana de Palestina en la época del protectorado británico, de su admiración por Hitler, de su destierro por orden de los británicos durante la Segunda Guerra Mundial, de su intención de visitar a Hitler en 1943, de las distancias que, incómodos, los líderes musulmanes actuales tratan de guardar con respecto a cualquier cosa que evoque su nombre...
En el libro de Chomsky no se menciona ni al Mufti ni a su organización, ni tampoco el hecho de que este movimiento podría muy bien haber justificado el miedo entre los judíos; nada que pueda sugerir al lector que existió un Mufti de Jerusalén que colaboró con los nazis. Chomsky hace como el Ministerio de la Verdad en el libro 1984, de George Orwell: ha tirado el nombre del Mufti por un agujero en el que, sin duda, tiene la esperanza de que sea consumido por las llamas. 76

Deir Yassin y otras atrocidades
Chomsky dedica cuatro páginas, de la 94 a la 98, a una sección que titula "La guerra de la Independencia / Conquista" que, en su mayor parte, no contiene nada que pueda asociarse con las refriegas de 1948. Los informes sobre actos violentos se limitan a ciertos fragmentos en las páginas 95 y 96. El profesor plantea el debate mediante la observación imparcial (y autoexculpatoria, por su talante juicioso) de que hubo "terror y violencia en los dos bandos". Pero tal imparcialidad termina desvaneciéndose muy pronto, porque resulta que los dos únicos casos concretos de violencia que comparte con los lectores, tienen a los judíos como culpables. Primero, menciona brevemente una operación de Haganah en Khissas, en diciembre de 1947, indicando que la organización "asesinó a 10 musulmanes, incluyendo a una mujer y cuatro niños". El resto de la sección está dedicada a los acontecimientos en la aldea árabe de Deir Yassir.
Aunque existen multitud de informes sobre lo que sucedió en aquel lugar el 8 de abril de 1948, los hechos fundamentales no admiten discusión. Facciones de dos movimientos de extrema derecha judíos, el Irgun Tsvai Leumi ("Etsel") y el Lokhamei Kherut Yisrael ("Lekhi", también conocido en el extranjero como "la Banda Stern") asaltaron la aldea y, en los acontecimientos que se desarrollaron después, 254 musulmanes, hombres, mujeres y niños, perdieron la vida. La conducta de los dos grupos fue condenada por los órganos oficiales de la comunidad judía y Ben Gurion envió un telegrama al rey Abdullah en el que le pedía perdón y le expresaba sus condolencias.
Todos los escritores que tratan la historia de Israel mencionan los sucesos de Deir Yassir, pero, como cabría esperar, los interpretan en función de sus tendencias y predisposición. Ninguno de los escritores judíos o sionistas con los que he hablado, han tenido nunca la intención de ocultar el horror del incidente. 77. El más o menos neutral, Sykes, recomendado por Chomsky como lectura complementaria, escribe un artículo bastante equilibrado y muestra la intención de estudiar las razones militares detrás de los hechos. Sykes no justifica o excusa a los asaltantes, ni mucho menos, pero les cree cuando aseguran que su ataque iba dirigido a un emplazamiento militar que se alzaba en medio de la aldea, y que habían conminado a los civiles a marcharse antes de que la acción tuviera lugar (p. 416).
Sea como sea, todos los escritores razonables ubican los eventos de Deir Yassir en el contexto de una situación de hostilidades, contexto que Chomsky omite completamente. No menciona, por ejemplo, que, tres días después de los hechos, 77 médicos judíos, enfermeras y personal universitario adjunto, que viajaban en un convoy de la Cruz Roja, fueron emboscados y asesinados por musulmanes. En el mismo periodo ocurrieron muchas otras atrocidades similares, y cualquier observador neutral puede ver que hay parte de culpa en ambos bandos. (Nadie, en el Mundo Árabe, al menos ninguna fuente oficial, expresó nunca sus condolencias por la muerte de los médicos, ni por ningún otro ataque musulmán sobre civiles judíos).
El discurso de Chomsky acerca de Deir Yassir muestra al menos tres rasgos que lo diferencian de lo que debería ser un comentario imparcial. En primer lugar, y en agudo contraste con su forma de tratar el terrorismo islámico en Hebrón o en cualquier otro lugar, describe los acontecimientos de Deir Yassir como una atrocidad sádica, sin provocación previa, por parte de los judíos. A lo largo de su libro, menciona tal "atrocidad" en todo tipo de contextos, pero siempre para tratar de demostrar la completa depravación del movimiento Sionista. En segundo lugar, como acabamos de ver, elimina totalmente el contexto de acciones y reacciones violentas en el que se enmarcan los sucesos de Deir Yassir. Y, en tercero, trata dichos eventos como si fueran la única acción militar digna de mención, durante toda la Guerra de Independencia, lo que convierte a Deir Yassir en un mito y en todo un emblema de la relación árabe-israelí.
Deir Yassir es, para Chomsky y sus colegas, lo que Dresden es para los que tratan de justificar el nazismo. Para los apologistas del Tercer Reich (que, por supuesto, se solapan con muchos "antisionistas"), sólo existe un hecho importante en toda la Segunda Guerra Mundial: el bombardeo aliado de Dresden, en 1945, y las enormes pérdidas de vidas civiles alemanas que acarreó. Los neo-nazis negadores del Holocausto hablan de Dresden como del único Holocausto de toda la guerra. Tanto la de Dresden como la de Deir Yassir fueron terribles tragedias, pero los negadores del Holocausto y los antisionistas, por separado o conjuntamente, conmemoran aquellos hechos, como si su narración mitificada sirviera de castigo para los judíos modernos, y de victoria sobre ellos.
Chomsky termina su Fateful Triangle abrazando la idea del "Complejo de Sansón". Afirma que el mayor conflicto en toda la Tierra, por encima de cualquier otro, es el problema entre palestinos e israelíes. 78. El gobierno y el pueblo del Estado Sionista, dice, se basan en los "textos genocidas de la Biblia" 79 y podrían estar dispuestos a cometer un suicidio nacional y la destrucción del planeta, arrastrando al mundo a una guerra nuclear. "Este ‘Complejo de Sansón’ es algo que no debe tomarse a la ligera". 80
La idea que tiene Chomsky del "Complejo de Sansón", muy al estilo de la de Howard Stein, al que ya mencionamos anteriormente, es, en muchos aspectos, muy parecida a las calumnias medievales contra el pueblo judío. Stein y Chomsky sugieren, implícita y explícitamente, que los judíos son seres terriblemente peligrosos, que no tienen las cualidades humanas del razonamiento y la compasión, y que están poseídos por un odio ciego hacia el resto de la Humanidad. Incluso, a uno de los seguidores de Chomsky, semejante doctrina le pareció demasiado radical. 81
El profesor es algo más cauto que Stein en este asunto. Para Stein, al menos hasta donde he podido entenderle, el "Complejo de Sansón" aflige a los judíos de todo el mundo. Para Chomsky, hay que temer a Israel y a quienes lo apoyan, no a todos los judíos en general. Pero, al igual que Stein, el profesor culpa a las tradiciones religiosas judías, y no al Sionismo, del mencionado "Complejo".
Hemos alcanzado el final de la historia de Chomsky, pero aún queda un asunto en el aire, que quizás algunos lectores encuentren molesto. He descrito la política del profesor en su relación, hasta donde la conozco, con el nazismo, y también he hablado sobre algunos de sus socios: Faurisson, Guillaume, Thion, el Institute for Historical Review… La propaganda de Chomsky es, en sí misma, detestable y, ciertamente, hostil hacia los judíos, pero aún así, no tiene el mismo carácter que la de sus socios. Cuando ellos se muestran abiertamente neo-nazis y anti-semitas, Chomsky se escabulle y se escuda tras fórmulas auto-exculpatorias. Si no fuera por sus socios, estaríamos seguramente tentados de buscar una línea que le separa del antisemitismo organizado.
Tendrá que ser el propio lector el que juzgue, por sí mismo, la opinión que le merecen los amigos políticos de Chomsky. Mi conclusión al respecto es que, sus socios, forman parte de la corriente que trata de justificar el nazismo y que el profesor les ayuda a llevar adelante tal empresa, no como un mero defensor de la libertad de expresión, sino más bien como un entrañable y fiel amigo.
Se han escrito muchas tonterías acerca de la llamada falacia de la "culpabilidad por asociación". Es cierto que, si Chomsky estuviera asociado con Faurisson y Thion en un club de tenis, no se convertiría, por eso, en un neo-nazi. Pero el caso es que hemos visto cómo el profesor ha justificado el discurso revisionista de Faurisson, cómo ha publicado algunos de sus libros con editoras neo-nazis, cómo ha escrito para una revista neo-nazi, cómo los neo-nazis han promocionado algunos de sus libros y cintas, junto con las obras de Joseph Goebbels… Es este entramado de actividades antisemitas y asociaciones neo-nazis, y no sólo las ideas que profesa, las que constituyen el fenómeno Chomsky.

Noam Chomsky y los negadores de Holocausto I


Chomsky y los neo-nazis

Robert Faurisson representa el vínculo más obvio (aunque no el más significativo) entre Chomsky y los neo-nazis. Es un chiflado lleno de odio, antiguo catedrático de literatura de la Universidad de Lyon, ultraderechista y profundamente antisemita. 17. Como veremos enseguida, Chomsky parece haberle tomado cariño a este caballero (aunque lo niega acaloradamente); en cualquier caso, le parece apropiado mantenerse en su compañía política.
Faurisson asegura que está orgulloso de que sus escritos sean distribuidos tanto por los activistas de ultraizquierda (La Vieille Taupe) como por los de ultraderecha (Ogmios). El asunto es que, en los dos casos, se trata de pequeños grupos marginales. Ogmios es una librería parisina que pertenece al sector más ultraderechista, antisemita y xenófobo del espectro político francés. Se sabe que ha recibido subvenciones del gobierno de Irán. Aunque para Faurisson, es mucho más importante La Vieille Taupe ("El Viejo Topo"), un grupo de supuestos izquierdistas liderados por Pierre Guillaume, que publican los libretos y panfletos de Faurisson, los anuncian y les dan publicidad y propaganda. Ellos son los que más relación tienen con Chomsky y es gracias a ellos que el profesor ha alcanzado su puesto actual de patrón honorífico del movimiento neo-nazi. (Mientras escribo estas líneas, La Vieille Taupe y Ogmion han unido sus fuerzas para publicar un nuevo ensayo antisemita: Annales d’Histoire Révisionniste).
Desde la década de los 60, Faurisson ha dedicado innumerables horas al estudio de lo que él considera un análisis muy profundo del destino de los judíos tras la Segunda Guerra Mundial. Ha escrito algunos libros y artículos al respecto y resume sus "descubrimientos" del modo siguiente:
Las supuestas cámaras de gas de Hitler y el supuesto genocidio de judíos forman parte de la misma mentira histórica, que ha abierto el camino a una gigantesca estafa político-financiera cuyos principales beneficiarios son el Estado de Israel y el Sionismo internacional y cuyas principales víctimas son el pueblo alemán (pero no sus líderes) y el pueblo palestino. 19
Faurisson y sus afines a ambos lados del Atlántico, llaman tranquilamente a esta negación del Holocausto, "revisionismo". Instan (y no puedo estar en desacuerdo con eso) a las personas imparciales de los países libres a mantener una mentalidad abierta cuando se enfrenten a razonamientos que desafíen lo que se acepta comúnmente. Quizás Napoleón nunca existió ¿quién sabe? Quizás la Tierra es plana. Quizás los judíos persiguieron a Hitler, en lugar de a la inversa. Quizás no hubo ningún Holocausto. Todas estas estupendas opiniones tienen sus abogados y en su momento tendremos la ocasión de examinar a algunos de ellos. Teóricamente, toda verdad establecida puede y debe reevaluarse constantemente a la luz de nuevas evidencias y debemos estar agradecidos a los investigadores y otros hombres de razón, que nos confrontan con un juicioso escepticismo. Cuando, sin embargo, se proclama alguna infamia sin preocuparse por su verosimilitud o sin atender a ninguna lógica o evidencia, cuando se dice sólo para herir y denostar, en un caso así, sin duda, tenemos todos los motivos para respetar bien poco a tales supuestos "revisionistas".
Cuando estuve preparando este ensayo sobre Chomsky, me tocó leer las cosas que escribe Faurisson e incluso mantuve correspondencia con él. Puedo decir que su reto a lo que sabemos del Holocausto no sigue ningún criterio de honestidad moral o intelectual, de seriedad, de honradez de intenciones, ni tampoco de ética profesional. Lo único que resalta es su odio a los judíos y su esfuerzo por tomarle el pelo a sus lectores. No es de extrañar que no haya encontrado aún a ningún investigador que le tome en serio. Evidentemente, no tengo intención de discutir sus tesis más de lo que discutiría con alguien que asegura que ha sido devorado por un lobo, pero es necesario indicar el nivel intelectual de la propaganda de Faurisson para que el lector se haga una idea de por qué está condenado al ostracismo por todas las personas decentes.
Los argumentos de Faurisson se basan en su afirmación de que los testigos judíos del Holocausto sencillamente mienten; y mienten porque son judíos. Mi colega en la Universidad de British Columbia, el profesor Rudolf Vrba, fue testigo del exterminio en Auschwitz y es uno de los poquísimos que sobrevivieron. Faurisson le llama mentiroso y judío, y asegura que cualquiera que haya contribuido a sacar los hechos de Auschwitz a la luz (testigos, investigadores, jueces, etc.) es un judío, o como dice de un caso concreto, "probablemente, un judío". 20. El judaísmo de un testigo o de un escritor, en la obra de Faurisson, basta para destruir su credibilidad (aunque hace una excepción con Chomsky y otros dos o tres judíos que se han unido a él, en el verdadero paroxismo del odio a sí mismos).
Faurisson es seguidor de lo que podríamos llamar el Método de la Fuente Crucial, todo un clásico entre los chiflados. Consiste en aferrarse a una frase o cita, o a veces un párrafo, de no importa dónde, sin preocuparse por su procedencia o credibilidad, para "demostrar" toda una nueva teoría sobre la Historia o el Universo. Lo más frecuente es que la Fuente sea algo que se haya publicado en un periódico; a fin de cuentas, ¿qué no puede encontrarse en alguno de los periódicos que se publican en todas partes y en todo momento?
Entre la multitud de libritos y folletines que Faurisson y sus editores izquierdistas distribuyen por correo o en persona, la joya de la corona es un panfleto muy pretencioso, de 24 páginas, que contiene la traducción al francés de una entrevista (un largo texto de Faurisson salpicado de preguntas muy oportunas por parte del entrevistador) publicado originalmente en una revista italiana en 1979. 21 El panfleto tiene 61 notas a pie de página, escritas con una letra muy pequeña; incluso hay una extensa nota a pie de página, a una de las notas a pie de página. Está claro que Faurisson se esfuerza mucho para describir la esencia de lo que considera como su prueba de que el Holocausto nunca ocurrió.
Una de las afirmaciones básicas de Faurisson es que Hitler actuó contra los judíos en la misma medida en que éstos actuaron contra él; ambos bandos se provocaban mutuamente (página 15). Para demostrar que, ya en Marzo de 1933, los judíos le declararon la "guerra" a Hitler, Faurisson dedica la única ilustración que contiene el panfleto a una reproducción de la primera plana del Daily Express de Londres del 24 de Marzo de 1933, en la que se lee "Judea le declara la guerra a Alemania". El subtitular dice: "Los judíos de todo el mundo se unen para boicotear los productos alemanes".
Bien; Faurisson asegura que su especialidad es el análisis de documentos y fuentes controvertidos -como dice Nadine Fresco, semejante afirmación le da un toque de chifladura a su mala fe 22-. Aquí, el Daily Express es su Fuente Crucial y, supongo yo, el lector que se sienta más impresionado por tal propaganda, probablemente no se preguntará por la naturaleza que, en aquel entonces, tenía ese periódico.
En 1933, el Daily Express era un rotativo sensacionalista con una enorme tirada, dirigido por Lord Beaverbrook, un personaje excéntrico que no dudaba a la hora de utilizar los titulares de su periódico para ensalzar sus causas preferidas o para denunciar lo que le enfurecía. 23 Durante los años del régimen de Hitler, Lord Beaverbrook pensaba que Gran Bretaña debía evitar una alianza con Francia y otros países europeos amenazados. En una carta privada de 1938, expresaba su preocupación por que "los judíos nos puedan llevar a la guerra". 24. Sin embargo, su declaración más famosa en aquel entonces, aparecida en la primera plana de su periódico, en el mismo estilo del "Judea le declara la guerra a Alemania" de 1933, fue la de la edición del 30 de Septiembre de 1938: "El Daily Express avanza que Gran Bretaña no entrará en una guerra europea, ni este año ni el que viene. A las 12:30 de la madrugada de hoy se firmó un acuerdo de paz". 25
De todos modos, para Faurisson, los titulares del Daily Express representan la prueba más contundente de lo que realmente ocurrió. Y esta Fuente Crucial es de tal importancia para los "revisionistas" que el "Institute for Historical Review" (Instituto para la Revisión de la Historia) donde Faurisson da salida en California a sus ideas, considera apropiado emplearla con un par de añadidos de su propia cosecha: "¿Es cierto que se le declaro la guerra a Alemania en determinados círculos judíos? Sí, es cierto. Los periódicos de todo el mundo se publicaron con titulares como ‘Judea le declara la guerra a Alemania’ " 26.
Faurisson ha sido objeto de demandas judiciales por sus calumnias estridentes, exhibicionistas y sin escrúpulos, de testigos e investigadores respetables del Holocausto. Por razones similares, ha sido suspendido de su cargo en la Universidad de Lyon. Sus juicios, de los que tanto él como sus cómplices están tremendamente orgullosos, por la enorme publicidad que les supone 27, son de naturaleza similar a los de Keegstra y Zundel en Canadá. También en éstos, se llevó ante la Justicia a varios propagandistas neo-nazis, acusados de calumnias: la libertad de expresión no sirve de excusa cuando se demuestra que se están propagando falsedades deliberadamente, con el objetivo de avivar el odio. Faurisson viajó a Toronto para asistir al juicio de Zundel en calidad de "testigo experto" en distinguir verdades de falsedades, pero no convenció al jurado y Zundel terminó siendo condenado.
Cuando la libertad de expresión se superpone, o se dice que se superpone a otros derechos humanos, los que se consideren defensores sensatos de las libertades civiles no descansarán hasta estudiar todos los pormenores del caso. Chomsky afirma que no ve la necesidad de tales preocupaciones, basándose en que "quien salvaguarda la libertad de expresión no tiene por qué ser especialmente responsable o estar familiarizado con los puntos de vista que defiende". 28 Así que, en principio, propagar falsedades deliberadamente como, digamos, afirmar que un determinado producto es bueno cuando en realidad puede ser peligroso para los consumidores, contaría con la aprobación más entusiasta de Chomsky. En cualquier caso, el profesor asegura que es su devoción por la libertad de expresión lo que le ha llevado a defender con tanta frecuencia y tan enérgicamente a Faurisson. En un instante pasaremos a analizar en detalle esta aseveración.
La relación entre Chomsky y la editorial de Faurisson, La Vieille Taupe 29 (de aquí en adelante, "VT"), está documentada gracias a dos ensayos verdaderamente reveladores que se redactaron en 1986. 30 El primero, y con diferencia el más extenso, es una narración del director de VT, Pierre Guillaume. El segundo, es un comentario del propio Chomsky sobre dicho relato. Los dos documentos, juntos, llevan a conclusiones que seguramente molestarían bastante a los seguidores norteamericanos del profesor.
Guillaume comienza diciendo que otro de los miembros de VT y a quien volveremos a nombrar más adelante, Serge Thion, le presentó a Chomsky en 1979. En este encuentro, el francés mencionó a Faurisson, quien estaba empezando a tener ciertos problemas con la ley. Entonces, dice Guillaume, algunos meses más tarde, en los que no había vuelto a saber del profesor, éste firmó y promovió la siguiente petición (reproducida por Guillaume en inglés):
"El doctor Robert Faurisson ha sido un respetable profesor de literatura francesa del siglo XX y de crítica literaria en la Universidad de Lyon-2 durante cuarenta años. Desde 1974 ha venido estudiando minuciosamente el tema del Holocausto.
Desde que comenzó a hacer públicos sus hallazgos, el doctor Faurisson ha sido objeto de una cruel campaña de acoso, intimidación, difamación y agresiones físicas, en un bárbaro intento de hacerle callar. Las autoridades, temerosas, han tratado incluso de impedir su trabajo, prohibiéndole el acceso a bibliotecas y archivos públicos.
Protestamos enérgicamente contra esta privación del derecho a la libertad de expresión del doctor Faurisson y condenamos la vergonzosa campaña que se ha organizado para silenciarle.
Apoyamos rotundamente el legítimo derecho de la libertad académica del doctor Faurisson y exigimos que las autoridades del gobierno y de la universidad hagan lo posible para garantizar su seguridad y el libre ejercicio de sus derechos civiles".
La publicación de esta petición en los periódicos franceses, encabezada con el nombre de Chomsky, causó la primera preocupación seria de sus seguidores izquierdistas en todo el mundo. El lamentable Alfred Lilienthal, el único otro judío de renombre, vinculado al antisemitismo, también figuraba entre los firmantes. 31
Muchos de los defensores de las libertades civiles objetaron el uso de la palabra "hallazgos" que la petición emplea para referirse a la propaganda de Faurisson, al verla como un respaldo al trabajo de éste y que, por tanto, va más allá de una simple defensa de la libertad de expresión.
Chomsky intentó escabullirse, negando que en ese contexto, "hallazgos" significara lo que significa. 32 Pero también podría argumentarse que la petición describe a Faurisson, entre otras cosas, como un doctor "respetado" por su "crítica literaria". Lo cierto es que, sin contar a los elementos más lunáticos y antisemitas, este señor no tiene el respeto de nadie. 33 De cualquier manera, como él mismo dice 34, la petición no fue redactada originalmente por algún liberal neutral, sino por Mark Weber, un antiguo profesor norteamericano de alemán, que parece ser que cambió su carrera por la de propagandista "revisionista" a jornada completa. 35
Según dice Guillaume, la petición contribuyó de forma decisiva a conseguir que el "revisionismo" se ganara la aceptación de los franceses. Pero, por encima de todo, lo que más ayudó a la causa de los negadores del Holocausto fue el prestigio del nombre de Chomsky.
A continuación, Guillaume nos cuenta que Chomsky ha sido de mucha ayuda en otros aspectos, para el movimiento de VT. En un tiempo en el que éste sufría la marginación de todos y cuando el profesor podía haber publicado la versión en francés de su Political Economy of Human Rights (Economía política de los Derechos Humanos) mediante una editorial comercial, permaneció al lado de sus amigos de VT y publicó el libro a través de ellos. El propio Guillaume reconoce que habría entendido que el profesor hubiera guardado las distancias con VT en público. Pero no: demostró su firmeza.
Después de que se publicara la petición, cuenta Guillaume, Chomsky compartió con él las muchas cartas de protesta que recibió. Le comentó que el principio de libertad de expresión estaba amenazado por dichas cartas y que deseaba responderlas en público. Para ello, el profesor redactó un texto de aproximadamente 2.500 palabras, titulado en francés Quelques commentaires élémentaires sur le droit à la liberté d'expression (Varios comentarios elementales acerca del derecho a la libertad de expresión), en el que declaraba que todo el mundo debe tener el derecho a la libertad de expresión, incluyendo los fascistas y antisemitas, pero que daba la casualidad de que Faurisson no era ni lo uno ni lo otro. Al contrario: según Chomsky, a Faurisson se le podría describir mejor como "una especie de progresista apolítico". Por razones que quedarán claras enseguida, el mencionado texto se conoció más tarde como "El Prefacio de Chomsky" 36.
De acuerdo con lo que dice Guillaume, Chomsky envió este texto a Serge Thion, redactor y propagandista de VT y le pidió que le diera el mejor uso posible. El escrito es del 11 de Octubre de 1980. El 6 de Diciembre, parece que el profesor se lo pensó mejor y mandó una carta a Guillaume en la que argumentaba que, estando el mundo como estaba, sumido en la histeria, toda la lucha contra el imperialismo podría ser saboteada por una campaña que buscara asociarle con el neo-nazismo (desde luego, Chomsky nunca ha subestimado lo importante que es él mismo para los destinos del mundo). Por eso, el profesor le ruega encarecidamente a Faurisson que, si no es demasiado tarde, el texto no forme parte de un libro que el francés estaba escribiendo.
Pero desgraciadamente, para Chomsky y todo el movimiento antiimperialista, ya era demasiado tarde. El libro de Faurisson, con el texto del profesor como prefacio, ya estaba a la venta. Cuando Guillaume y Thion llamaron por teléfono a Chomsky, el 12 de Diciembre, su reacción fue (siempre de acuerdo con lo que afirma Guillaume) firme, rotunda y completamente tranquilizadora: ahora se ponía del lado de lo que decía en el prefacio y declaraba nula su segunda carta.

¡Qué buen amigo es Chomsky!
Guillaume reitera entonces la firmeza del apoyo del profesor e incluso confiesa que sin él, la pequeña e intrépida banda de "revisionistas" probablemente no habría crecido hasta alcanzar el poder que tiene hoy. Y todo esto es tan extraordinario, sigue Guillaume, porque Chomsky se está convirtiendo en una víctima de su propio país, los Estados Unidos, donde la repugnante ideología imperialista de Occidente ha conseguido, de algún modo, alzarse de nuevo. El resultado ha sido, concluye Guillaume, que la audiencia del profesor ha disminuido mucho y su popularidad está en peligro.
Guillaume no hace oídos sordos ante las afirmaciones rutinarias de Chomksy, cuando proclama que su punto de vista es "diametralmente opuesto al de Faurisson". Claro, pero también sabe cuál es la diferencia entre una verdad y un guiño n’est ce-pas (página 163; la traducción es mía):
"Cada vez que Chomsky dice que sus opiniones son ‘diametralmente opuestas’ a las de Faurisson, lo hace en unos términos absolutamente inocuos; siempre ha sugerido, con una palabra o una frase, que el que sus puntos de vista sean ‘diametralmente opuestos’ es más una cuestión de opiniones que de criterio científico".
Guillaume responde aquí a las críticas de una tal Chantal Beuchamp, que presume de ser aún más "revisionista" que él y que tiene sus objeciones a la colaboración de Chomsky, a quien parece ver como un neo-nazi inadecuado. Guillaume no le deja dudas (páginas 167 a la 168; la traducción es mía):
"Chomsky ha estado involucrado en una lucha agotadora [...] los trágicos sucesos que han tenido lugar en Oriente Medio. Su propio trabajo [...] el desenmascaramiento del imperialismo norteamericano allí, de la realidad del Sionismo y del Estado de Israel, es algo que podría dar resultados prácticos. ¿Qué tiene este trabajo de menos importante que el de Faurisson?"
El importante trabajo de Faurisson es la negación del Holocausto. El importante trabajo de Chomsky es su lucha contra Israel. Y el denominador común de ambos, a los ojos de Guillaume y los suyos, no puede ser sino el antisemitismo.
Ahora llegamos a la parte más interesante. Guillaume nos ha contado lo buen compañero político que Chomsky ha sido para él, cómo sacrificó sus propios intereses en favor de sus principios políticos, publicando uno de sus libros con VT, en vez de con alguna editorial comercial, cómo su "oposición diametral" a Faurisson no significaba lo que parecía, cómo el trabajo de Chomsky concerniente a Israel pertenece a la misma causa de la que forma parte la negación del Holocausto... y ahora, habiendo visto todo esto, Guillaume dice que se lo envió todo a Chomsky por si quería corregirlo o si no estaba de acuerdo con algo. O sea, que el profesor tuvo la oportunidad de contar su versión, si hubiera sido diferente de la de Guillaume. Y resultó que Chomsky, efectivamente, tenía una objeción que quería que se publicara y que Guillaume, magnánimamente, añadió a su trabajo a modo de apéndice. Parece que el francés se había equivocado totalmente en algo importante. El profesor dice que no es del todo cierto que sea ahora menos popular en su país de lo que lo era durante la guerra de Vietnam. "No tengo tiempo para aceptar ni siquiera una pequeña parte de las invitaciones que se me hacen para dar discursos. Y a estas alturas ya no es como en los 60, cuando hablaba a cinco personas en una iglesia. Ahora se reúnen verdaderas multitudes en universidades y centros comunitarios". Ahí terminan todas las objeciones de Chomksy. Se confirma así, del modo más directo posible, su estrecha relación con los "revisionistas" franceses.
El profesor no se limitó a publicar su Political Economy of Human Rights a través de la organización de Guillaume. Además, le dedicó a éste un panfleto, que no se ha publicado en ningún sitio, que contiene algunas de las autojustificaciones que el profesor empleó en el caso Faurisson. En este escrito, bajo el título de Réponses Inédites,37 figura el nombre de Chomsky, como autor y las iniciales de Guillaume, "P.G.", como editor. El propio Guillaume contó que el profesor revisó personalmente todas las traducciones de sus textos, del inglés al francés.
Por su parte, Faurisson utiliza frecuentemente su relación con Chomsky en su incesante búsqueda de algo de credibilidad. El australiano Bill Rubinstein asegura que supo por primera vez del vínculo entre ambos cuando un compatriota suyo, admirador de Faurisson, mostró, orgulloso, correspondencia en la que Chomsky proporcionaba información y aconsejaba a su socio. 38 Es prácticamente imposible encontrar alguna publicación "revisionista" francesa, ya sea a cargo de Guillaume, Thion, o del propio Faurisson, que no contenga la obligada referencia al patrocinio de Chomsky. 39
¿Y a qué se dedica el movimiento de Guillaume, para merecer tan cálida amistad por parte del famoso lingüista del MIT?
Aunque tiene un historial de dedicación a multitud de asuntos diferentes (que esbozaré más adelante), la pequeña organización La Vieille Taupe parece que, últimamente, se dedica a poco más que a atormentar a los judíos. Mediante un imperio en miniatura de pequeñas editoriales, que funcionan bajo el propio nombre de la organización de Guillaume, o con otros como Spartacus, Éditions de la Différence, etc, el movimiento provoca una auténtica riada de propaganda "revisionista" y antisemita. Principalmente, producen numerosos artículos por y sobre Faurisson. Además, han publicado textos del izquierdista antisemita Paul Rassinier y el célebre The Myth of Auschwitz (El Mito de Auschwitz), del neo-nazi alemán Wilhelm Stäglich.
Hace poco, Guillaume y Ogmios han comenzado a publicar una revista trimestral muy pretenciosa llamada Annales d’Histoire Révisioniste. Su apariencia es la de una publicación de investigación, pero su función es proclamar que el Holocausto nunca sucedió. En los dos primeros números se pueden encontrar, entre otras cosas, traducciones de artículos que aparecieron originalmente en la revista neo-nazi californiana Journal of Historical Review 40.
En la primavera de 1985, la película Shoah se estrenó en París y el líder de VT, Pierre Guillaume, evidentemente buscando notoriedad, fue personalmente a repartir folletos a la puerta del cine. Los pasquines denunciaban el engaño "político-financiero" de todos los que afirman que muchos judíos fueron asesinados por los nazis. Según la versión que da Guillaume de esta historia, el incidente le valió una demanda en su contra, por calumnias, a cargo de la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo. 41
El antisemitismo de VT no se limita a la negación del Holocausto. Ha descubierto algo que, aparentemente, cree que es un hallazgo muy inteligente. Parece que un joven Bernard Lazare, más tarde uno de los fundadores del sionismo izquierdista, escribió un curioso folleto años antes de que el caso Dreyfuss le convirtiera en un luchador por los derechos de los judíos. El texto, lleno de odio a sí mismo y titulado Antisemitism, Its History and Causes (Antisemitismo, su historia y sus causas) no es exactamente un descubrimiento de La Vielle Taupe. Lo han utilizado muchos movimientos antisemitas, desde los días de Dreyfuss hasta los de Vichy. Es un curioso batiburrillo de acusaciones y auto-acusaciones, particularmente duras en lo que se refiere al Talmud y su supuesta influencia sobre los judíos. El libro dice muy poco sobre el tema que sugiere su título, pero ha sido empleado repetidamente por los antisemitas como una forma de ratificar y justificar su odio. 42. Hoy en día ya no hay ningún motivo para reeditarlo, salvo por parte de alguna organización antijudía. Precisamente VT ha sacado una nueva edición, pasando por encima de las protestas legales de la organización Amigos de Bernard Lazare y de la familia de éste. 43
La Vielle Taupe está entre las más diminutas de las minúsculas sectas políticas parisinas, aunque publica libros como si fuera una gran institución. El aspecto físico de los productos de VT es verdaderamente profesional, y está claro que no parecen obra de una organización tan marginal.
Recientemente, envié a la organización una lista en la que les pedía algunas de sus publicaciones. Me mandaron, por correo aéreo, doce libros y panfletos, ocho de los cuales tenían precios que sumaban un total de 456 francos franceses. Calculo que los otros cuatro costarían en torno a los 50 francos, o sea, que el contenido del paquete tendría aproximadamente un valor total de 500 francos. Dado que los gastos de envío ascendían a 148’50 francos el coste total del regalo que La Vieille Taupe me remitió, ronda los 648’50 francos, unos 117 dólares estadounidenses. Evidentemente, no soy el único que agradece tanta generosidad. Ni conozco a nadie de la organización ni, hasta donde yo sé, ninguno de ellos me conoce a mí; y lo único que hice fue enviarles una petición para que me mandaran un simple catálogo. ¿De dónde sacan el dinero? Se ha relacionado a Ogmios, la librería de extrema derecha asociada a VT, con el gobierno de Irán (como se citó anteriormente), pero el origen de las pingües fuentes de ingreso de La Vielle Taupe sigue siendo un misterio.
Por supuesto, Chomksy ha recibido críticas por su relación con Faurisson y no sólo desde las izquierdas, pero se las ha arreglado para responder a todas diciendo:

a) Que no está de acuerdo con Faurisson; simplemente se limita a defender la libertad de expresión.

b) Que se está demonizando a VT y a Faurisson.

Y c) Que es un asunto de poca importancia y que no merece ser discutido.

De estos argumentos, sólo el primero, el de los derechos civiles, merece un análisis más detallado, que le dedicaremos más adelante. Los otros puntos pueden tratarse con bastante más brevedad:
Chomsky manipula continuamente las políticas de VT y Faurisson. En su famoso Preface dice que Faurisson es un progresista. 44. También ha creído conveniente elogiar a Serge Thion, calificándolo de "intelectual socialdemócrata liberal" 45 sin mencionar que Thion lleva más o menos nueve años escribiendo extensos libros y artículos sobre la premisa de que el Holocausto es una mentira judía. Tanto el australiano Bill Rubinstein como yo, le hemos enviado a Chomsky pruebas detalladas del antisemitismo de Faurisson. Hace poco, le remití al profesor el artículo de Faurisson en el que asegura que todos los testigos del Holocausto eran judíos y mentirosos -mentirosos por el hecho de ser judíos- 46, pero Chomsky sigue inflexible. A Rubinstein le contestó en estos términos:
"No veo implicaciones antisemitas en el hecho de negar la existencia de las cámaras de gas o incluso en el de negar el Holocausto. Ni tampoco es una implicación antisemita, per se, decir que se está aprovechando el Holocausto (crea uno que ocurrió o no) de forma agresiva, por parte de apologistas de la violencia y la represión israelíes. No veo ni un indicio de antisemitismo en el trabajo de Faurisson..."
Rubistein publicó este extracto de una carta que Chomky le envió. 47 Como suele hacer rutinariamente, el profesor protestó por la publicación de su correspondencia, aunque no ha negado ni la autenticidad ni la exactitud del párrafo.
Normalmente, Chomsky y sus amigos tratan de ocultar toda la información acerca de los vínculos neo-nazis del profesor. El caso más notorio de esta ocultación de información, implicó al lingüista británico Geoffrey Sampson, quien escribió una reseña biográfica sobre Chomsky en la revista Biographical Companion to Modern Thought (Guía biográfica del pensamiento moderno). Aunque Sampson habló de la calidad profesional de Chomsky en términos elogiosos, se permitió expresar sus reparos sobre la trayectoria política del profesor, con estas palabras:
"Ha perdido su credibilidad como analista político, debido a una serie de comentarios ampliamente considerados como imprudentes (su polémica e insistente minimización de las atrocidades que cometieron los Jemeres Rojos en Camboya, su aprobación de un libro –que admitió no haber leído- que negaba la fiabilidad histórica del Holocausto judío...)" 48
Recientemente, Sampson contó cómo Chomsky fue capaz, gracias a su influencia en las editoras estadounidenses, de censurar dicha reseña en la edición nortamericana del trabajo. 49
Ahora se ha publicado un libro de casi 500 páginas, titulado The Chomsky Reader (El lector de Chomsky), en la editorial Pantheon y bajo la dirección de James Peck 50. Pretende "reunir por primera vez el pensamiento político de los principales disidentes norteamericanos". La obra está muy bien organizada. No contiene ninguna referencia a Faurisson, La Vielle Taupe, Guillaume, el "revisionismo" o a cualquier otro asunto que pudiera dar al lector el menor atisbo de las relaciones de Chomky con los neo-nazis. La única mención que se hace a Thion, sugiere que el ultraderechista francés no es sino un intelectual marxista.
Aunque Chomsky critique a los comunistas de vez en cuando, éstos, por su parte, saben apreciarle como a un aliado y están siempre deseosos de tenderle una mano. La revista comunista Canadian Jewish Outlook (conocida ahora como, simplemente, Outlook) publicó un artículo en 1983 51 en el que se elogiaba los ataques de Chomsky a Israel, pero evitaba cualquier mención de su implicación en movimientos neo-nazis. Los comunistas siempre han sido muy sensibles en lo que respecta al neo-nazismo, pero con Chomsky, claro, hacen una excepción. 52
Hasta ahora he hablado acerca de las relaciones de Chomsky con los neo-nazis franceses, quienes parecen haber sido los responsables de su reclutamiento para la causa. Pero el movimiento "revisionista" tiene una ramificación en los Estados Unidos. Así que Chomsky se ha implicado también en este lado del Atlántico.
En su primer número, en 1980, la revista californiana Journal of Historical Review incluía un artículo sobre los judíos, escrito por un tal doctor Howard F. Stein, que acabó convirtiéndose en una especie de presagio de lo que sería el futuro de la publicación. 53 Incluso para un lector versado en la propaganda antisemita, el texto del doctor Stein debe de ser sorprendente, por la absoluta audacia de su malevolencia y además, da la casualidad de que prefiguró algunos temas que Chomsky retomaría más adelante.
El Journal of Historial Review describía a Stein como un profesor asociado de Antropología Psiquiátrica Médica, de Oklahoma. Hasta la fecha ha escrito numerosos artículos (usando una especie de "psicojerigonza"), publicados en revistas minoritarias dedicadas a la "psicología humanista". Incluso ha pronunciado un discurso en la meca de la psicología de la nueva era, el Esalen Institute de California. Además, es judío.
En su debut con los "revisionistas", Stein presentó una teoría más bien simplona sobre el Holocausto: es un mito judío. Por lo visto, los judíos siempre han fantaseado sobre un Holocausto, desde los mismos comienzos de su historia. Siempre han necesitado ser víctimas. Hoy en día, imaginan que fueron víctimas de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial y se muestran completamente insensibles ante el sufrimiento de los no judíos, especialmente, de los alemanes y los musulmanes. El doctor Sampson remite a sus lectores a un artículo suyo anterior, en el que propone que los judíos padecen un "complejo de Sansón". 54 Por lo que se ve, igual que Sansón en la Biblia, los judíos están avocados a la auto-destrucción y se afanan por organizarlo todo de modo que el mundo entero también sea destruido en el proceso. Este es un punto de vista que Chomsky comparte, como veremos más adelante.
Creo que es un secreto a voces que en los Estados Unidos tenemos una serie de revistas de bajo nivel intelectual que se califican a sí mismas de "académicas". Son publicaciones nefastas que nutren la vanidad estúpida de los administradores de colegios mayores que quieren ver "artículos" de sus profesores. Los artículos de Stein, considerados desde el punto de vista de la pura competencia académica, deben de ser de lo más bajo de estas publicaciones: no hay ni un atisbo de evidencia en sus muchas páginas de jerigonza y en sus incoherentes discursos. En sí mismos, estos escritos deberían ser tan inofensivos como lo son casi todas esas publicaciones sensacionalistas. Pero resulta que los trabajos de Stein han añadido el uso de esa jerigonza a la causa del rencor y el odio, lo que los pone automáticamente en una categoría distinta.
El doctor Stein ha alcanzado cierto reconocimiento internacional por su contribución al odio a los judíos. La revista de los "revisionistas" franceses, dirigida por nuestro amigo Pierre Guillaume, ha publicado una traducción de su artículo original de 1980. 55
Comparados con la malevolencia de Stein, los demás artículos de la JHR parecen trivialidades. El último número que recibí, el del invierno de 1986-87, incluye el artículo de Faurisson sobre Höss que ya he mencionado. También publica un texto en el que se protesta por la injusta persecución de los German American Bund (un grupo nazi) en los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial.
Una reseña de un libro asegura que cuando los nazis establecieron el gueto de Varsovia, "en esencia, la decisión alemana fue judía, ya que los propios judíos se oponían a los matrimonios mixtos e insistían en seguir sus propias leyes. Además, Alemania temía que se repitieran los sucesos de los pogromos polacos. El muro del gueto evitó eso también". Ya; por esto necesitamos que los "revisionistas" nos dejen claro cómo fue la historia real.
Las autoridades de aduanas canadienses han declarado a esta estupenda revista como "literatura del odio" y han restringido su importación. En consecuencia, no he podido examinar cada número y no sé con qué frecuencia han aparecido contribuciones de Chomsky. Tengo ante mí el número de la primavera de 1986, que incluye un artículo del profesor: "Todas las negaciones de la libertad de expresión minan la sociedad democrática". 56 El artículo contiene unas 2.200 palabras y se reimprimió en Boulder, Colorado.
Los suscriptores de la JHR reciben libros y cintas que los "revisionistas" consideran apropiados para su conveniente educación. Parte de este material tiene el sello de la editorial Noontide Press, que, al igual que el Institute for Historical Review, está ubicada en Torrance, California. Mi último catálogo de libros de revisión histórica, de otoño de 1986, contiene, entre otras cosas, los títulos siguientes: The Zionist Connection II (La Conexión Sionista 2), de Alfred M. Lilienthal; Communism with the mask off (Comunismo desenmascarado), del Dr. Joseph Goebbels y The Fateful Triangle (El Triángulo Fatídico), de Noam Chomsky. Hay una lista especial de libros de la editorial Noontide Press, que tratan acerca de lo que algunos llaman "estudios judíos" y que contiene The International Jew (El judío internacional), de Henry Ford padre, The Protocols of the Learned Elders of Zion (Los protocolos de los Sabios de Sión), "traducido del ruso", The Plot Against Christianity (La trama contra la Cristiandad), de Elizabeth Dilling ("Una estremecedora revelación que pone al descubierto la campaña de odio anticristiano propuesta en el Talmud Babilónico") y otros clásicos similares.
El Instituto también vende, por separado, dos cintas con grabaciones de un discurso contra Israel de Chomsky; he aquí algunos extractos de la publicidad de dichas cintas:
Este discurso... es, por decirlo con moderación, arrollador. Durante dos horas de cañonazos dirigidos contra la política exterior de los EEUU en lo que concierne a Israel, Chomsky revisa brillantemente temas como el imperialismo israelí... el papel de la Liga Anti-Difamación ("uno de los grupos de presión más desagradables y poderosos de los Estados Unidos"), la censura y la manipulación en los medios, la hipocresía y el "Agujero de Memoria". Un cursillo intensivo de dos horas y media acerca del tema político más importante de nuestra era, incluyendo las respuestas de Chomsky a las preguntas de la audiencia".
He insistido en llamarle la atención a Chomsky sobre cómo los nazis utilizan su nombre, sugiriéndole que se desvinculara de esa gente, pero él rechaza tercamente mis consejos, una y otra vez.

viernes, 27 de julio de 2007

La infamia de un infame



El acto de infamia de Avrum Burg

Isi Leibler
20 de julio de 2007

Virtualmente en cada era de la historia judía, los judíos renegados han emergido como eficaces diseminadores del odio hacia los de su especie. Durante la Edad Media, un buen número de judíos conversos al cristianismo se convirtieron en los promotores más eficaces del antisemitismo, adeptos a distorsionar los textos judíos con el fin de demonizar a los judíos, a los que retrataban como emisarios de Satán. Pero su impacto raramente se extendía más allá de la región en la que residían o la circulación limitada de los manuscritos o tratados que redactaban.
En el actual entorno global de comunicación instantánea a través de los medios de Internet, los demonizadores judíos contemporáneos del pueblo judío o su vástago, Israel, pueden lograr difusión instantánea global.
Es el motivo de que ignoremos los estallidos difamatorios de los enemigos judíos contemporáneos de Sión a nuestra propia costa. No deberíamos ser víctima de ninguna ilusión: a lo largo de las últimas décadas, los renegados judíos han sido un factor contribuyente crucial a la creciente deslegitimación de Israel.
Los antisemitas, obligados a trabajar desde el anonimato desde el Holocausto, se han visto reforzados, volviendo a sus esfuerzos tradicionales agresivos de convertir a los judíos en parias.
En este contexto, las inclementes salidas de tono expresadas por Avrum Burg en entrevistas relativas a su libro Derrotar a Hitler, equiparando repetidamente a los israelíes con los Nazis, se calificarían según cualquier rasero como actos de infamia.
Burg no es ningún pensador profundo. Sus crudos ataques son simplemente una reelaboración de los textos estándar llenos de clichés ideados por aquellos que buscan deslegitimar al estado judío. Pero en virtud de sus antiguos cargos, la difamación de Israel por parte de Burg se convierte sin duda en un arma crucial para los antisemitas y todos aquellos que buscan la destrucción del estado judío.
El actual estallido de Burg es un plagio de un artículo anterior de difamación a Israel escrito en septiembre de 2000 y que fue ampliamente difundido por todo el mundo. Ya entonces Burg había descrito al estado sionista como una entidad basada en "un molde de corrupción y unos cimientos de opresión e injusticia". También racionalizaba a los terroristas suicida - "se encomiendan a Alá en lugares de recreo porque sus propias vidas son tortura".
En su extensa entrevista con el periodista del Haaretz Ari Shavit, Burg continuaba difamando a Israel y al sionismo sin tapujos. Describía a Israel como un estado fallido racista, y una entidad espiritualmente muerta y demente. Visualizaba a la Knesset en el futuro aprobando una legislación prohibiendo las relaciones sexuales entre judíos y árabes. Repetidamente conjuraba distorsionadas analogías de crímenes cometidos por israelíes y Nazis. El concepto de democracia judía es "nitroglicerina". Burg denunciaba la Ley de Retorno ("una imagen reflejada de Hitler"), y aparentemente aprueba un estado binacional.
En una observación más reciente con la que los antisemitas de todo el mundo sin duda estarán exultantes, expresaba su determinación a combatir "las manipulaciones del lobby israelí que insta a la doble lealtad". La solución propuesta por Burg para los israelíes es seguir su ejemplo y convertirse en ciudadanos del mundo obteniendo un segundo pasaporte. Ha adoptado la nacionalidad francesa y proclama orgullosamente que viajó a París expresamente para depositar su voto en las elecciones presidenciales francesas contra Nicholas Sarkozy, quien representa "una importante amenaza para la seguridad mundial". Blandiendo su universalismo, Burg también nos informa que en contraste con Israel, Europa representa el verdadero entorno judío (¿?).
Para la mayor parte de los israelíes, los desvaríos de Burg son simplemente reflejos elementales de los libelos corrientes dirigidos contra nosotros por nuestros enemigos. Pero tentador como pueda ser ignorarle y depositar sus salidas de tono en el cubo de la basura al que pertenecen, no nos podemos permitir hacerlo, porque la procedencia de Burg garantiza que nuestros enemigos le explotarán como vehículo primordial con el que demonizarnos y deslegitimar al estado judío.
Sus palabras también refuerzan y proporcionan respetabilidad a todos los judíos renegados que promueven campañas anti-Israel, incluyendo a aquellos involucrados en los recientes boicots sindicalistas académicos del Reino Unido contra Israel.
Pero Burg no es simplemente un pirado post-sionista más. Es vástago de una de las familias religiosas sionistas más distinguidas del país, cuyas vidas se dedicaron al bienestar de Israel y el pueblo judío. El reverenciado difunto padre de Burg, Joseph, era un refugiado de la Alemania Nazi que se convirtió en miembro de la primera Knesset y alcanzó la dirección del Partido Nacional Religioso. Su madre, Rivka, perdió a la mayor parte de su familia durante la masacre árabe de los judíos de Hebrón de 1929. Avrum ingresó en Paz Ahora y rápidamente se convirtió en el Tío Tom "religioso" y mascota del estamento político de la extrema izquierda. Esto le permitió servir como diputado laborista entre 1988 hasta 1995, cuando dimitió de la Knesset para convertirse en el presidente de la Agencia Judía y la Organización Sionista Mundial. En 1999 volvió a la Knesset y se convirtió en portavoz. En el 2001 Burg no logró convertirse en presidente del Partido Laborista cuando se dio a conocer que le votó un número de drusos superior al número de drusos que había en el partido. Burg, con vergüenza por el pucherazo, se retiró a continuación de la política. Antes de graduarse como post sionista radical de medio pelo, Burg se jactó repetidamente ante mí de que llegaría a ser primer ministro. Su mandato en la Agencia Judía, por decirlo diplomáticamente, fue efervescente. Durante ese período, su veterana relación con el Secretario General del Congreso Judío Mundial caído en desgracia ya, Israel Singer, se hizo más íntima y el plan para que Burg sucediese a Singer en el cargo de Secretario General del Congreso solamente fue torpedeado cuando fue denunciado públicamente de manera prematura. Una de las últimas iniciativas de Burg antes de adoptar la ciudadanía francesa fue su implicación en una empresa de inversiones en quiebra, encabezando un consorcio para adquirir una compañía relacionada con la fabricación de armamento. El fiscal del estado y la policía intervinieron y la venta fue cancelada entre informaciones ampliamente difundidas que alegan que Burg habría evitado por poco el procesamiento judicial a causa de sus prácticas empresariales sin escrúpulos.
El acto público más reciente de Burg fue su acción judicial infructuosa y ampliamente publicitada contra la Agencia Judía, que se negaba a pagarle 200.000 NIS de sueldo (33.800 EUR) y proporcionarle un coche de lujo y un chofer vitalicios - además de privilegios similares que recibía como antiguo portavoz de la Knesset. Uno solamente puede especular con lo que motiva a Burg a promover libre de los tan virulentos contra su pueblo. Atribuir su comportamiento al complejo freudiano de Edipo - el acto de rebelión definitivo y rechazo a sus padres sionistas ortodoxos - podría ser una explicación parcial. Sin embargo es más probable que habiendo fracasado tanto como empresario como político, simplemente esté buscando crearse un nuevo papel para sí mismo.
Es probable que en esto tenga éxito. Avrum Burg, el ex presidente de la Agencia Judía y ex portavoz de la Knesset, que ha adoptado sin tapujos la ciudadanía francesa y que está dispuesto a difamar públicamente a su pueblo y deslegitimar a su propio país, ya no será simplemente el ojo derecho de los post sionistas israelíes.
Asumirá el papel de icono del estamento anti-Israel global y de todos los antisemitas. Se verá desbordado de compromisos para conferencias y, con o sin su psicodélica kippá, será invitado y logrará el estatus de estrella en las recepciones patrocinadas por aquellos que buscan poner fin al estado judío. Pocos israelíes derramarán una lágrima si Avrum Burg se establece permanentemente en Francia.

Defendiendo a Israel y la Libertad



Pilar Rahola: ''Defiendo no sólo a Israel, sino a la libertad''

Ana Jerozolimski le realizó una entrevista a Pilar Rahola para el Semanario Hebreo-Uruguay,en la cual la escritora y periodista española desmenuza como la comunidad internacional interpreta el conflicto palestino israelí.

A nuestra entrevistada de hoy, no es necesario siquiera presentarla. Cuando comenzó, años atrás, a exponer su pensamiento en temas como el terrorismo y el conflicto árabe-israelí, los judíos no sabían ni cómo digerir tanto apoyo, tanta fuerza en la defensa de la causa de Israel. Evidentemente, no estaban acostumbrados a una posición de tal fuerza, de parte de una periodista no judía, y más aún, europea.
Pero Pilar, aunque consciente de que sus posturas tienen el valor especial de que ella no es judía, se siente parte. Y cree que muchos más en el mundo de hoy, si se limitaran simplemente a leer lo que hablan y escriben los exponentes del integrismo radical, entenderían con mayor facilidad a Israel.
Al ser ella, este jueves, la oradora en la primera actividad del Ciclo de cultura de la Kehilá en homenaje a José Jerozolimski, fundador del Semanario Hebreo y su Director hasta su fallecimiento, la contactamos para solicitarle esta entrevista. "Iero" habría disfrutado, sin duda, leyendo sus respuestas.
P: Pilar, hace algunos años, un colega y compatriota, un periodista uruguayo, me preguntó en qué se refleja mi condición de judía radicada en Israel, en la cobertura de un conflicto, siendo yo parte de una de las partes. Yo respondí que los lectores y oyentes juzgarán, pero que lo único en lo que conscientemente influye mi condición judía en mi cobertura, es en que nunca olvidaré que para todo existe también una versión israelí, y que ser objetivo no es ser automáticamente pro-palestino. Y te lo comento porque tú hablas y escribes a menudo sobre qué es lo que se espera del lado israelí, del lado judío, si cabe el término, y qué exigencias hay al lado árabe..
R: Esto sólo le preguntan a profesionales judíos. Tengo otros muy buenos amigos judíos, a los que les pasa lo mismo. Permanentemente surge esta pregunta. Pero nadie se la hace a un palestino. Nunca un palestino tiene que hacerse perdonar su condición palestina para poder dar información que generalmente no ha sido depurada en nada. Es más: a un judío se le mira la información profesional, para ver si se le ha colado algo de subjetividad. Cuando otros a bocajarro te dan propaganda pura y dura, nadie pone un filtro.
P: No hay equilibrio en este aspecto….
R: Es que un palestino crítico con los palestinos, es un "traidor". Un judío crítico con Israel, es un tipo "brillante, inteligente, comprometido".Los israelíes que hablan bien de Israel los paga el Mossad y por supuesto, a los periodistas no judíos que hablamos bien de Israel, nos pagan la hipoteca dos veces. En mi blog, donde también he puesto opiniones discrepantes, ha aparecido material de Nonnie Darwish, una mujer árabe, de origen egipcio, que creó la organización "Arabs for Israel". Vive en Estados Unidos. Pues te imaginas todo lo que me han escrito de ella otros árabes, que es pagada por los sionistas y cosas de este tipo, por ser lo que llamaríamos disidente de la corriente central. Pero si hubiera colgado algo sobre un disidente israelí, todo el mundo te elogiaría hablando de qué hombre valiente y tal…
P: Qué ilustrado, te dirían…
R: Así es. Y esto, aunque un disidente israelí no se juega la vida mientras que un disidente árabe se la juega al completo.
P: ¿Cómo crees que se puede marcar el límite entre lo que tú llamas "disidente" y el crítico? No es lo mismo. O mejor dicho, cómo determinar cuando una crítica es legítima y cuando ya es otra cosa…
R: La crítica es un ejercicio dialéctico, es poner sobre la mesa argumentos que no sólo te ayudan a esclarecer un conflicto complejo como éste sino también a abrir el debate. Lo otro es pura propaganda y la diferencia entre ambas cosas es un abismo. La propaganda es dogmática, casi una religión, mientras que la crítica es un ejercicio de inteligencia.¿Cómo se detecta eso? Yo creo que con algo muy simple. Un crítico es alguien capaz de decir, por ejemplo, que está a favor de una retirada israelí de Cisjordania, pero que ve lo que pasa con Hamas, o sea que es capaz de hacer un balanceo en el análisis, en el panorama general, tiene la capacidad de poner sobre la mesa las partes de responsabilidad que cada uno tiene. Un propagandista es maniqueo, hay buenos y malos, hay víctimas y verdugos. Y éste es el punto donde no sirve para nada.
P: Y de fondo el tema no es sólo una posición puntual de Israel en tal o cual gobierno..
R: No, yo creo que el debate en el que aún estamos, es el del derecho de Israel a existir. Los que estamos a favor de que haya un análisis crítico del papel geopolítico que han jugado en la región los países árabes, no sólo en el tema palestino, somos gente que hemos hecho análisis crítico de Israel. Yo fui crítica en algún momento con Sharon, aunque después rescaté al personaje en algunos aspectos. Fui muy crítica de Ehud Olmert durante la guerra en Líbano porque creo que lo hizo fatal. Y lo escribí. Y siempre que me han hecho preguntas, he puesto sobre la mesa lo que me gusta y lo que no. Pero eso no significa que no ponga sobre la mesa la responsabilidad árabe. Y cuando tengo un debate con la otra parte, lo que uno se encuentra es con una nula capacidad crítica de los errores, las responsabilidades y las culpas árabes.
P: Y acá se vuelve a esa actitud de fondo tan problemática ante Israel…
R: Sin duda. Mi tesis es que así como el pueblo judío fue durante siglos-y aún es-el paria entre los pueblos, Israel desde su existencia es la paria entre las naciones. Es esa nación incómoda que ahí está en la ONU, a la que mucho caso no hacemos si podemos. La tenemos en el ostracismo porque es incómoda, complicada, porque surgió al fin y al cabo de nuestras muchísimas culpas. Es inconcebible pensar que un país miembro de la ONU diga que quiere destruir a otro, y no pase nada. Eso sólo puede pasar si el objetivo es Israel. Si el Sr.Ahmadinejad hubiera dicho "me estoy armando y llegan los días en que veremos el fin de Francia", te aseguro que el lío político, diplomático y a todos los niveles que se vería en el mundo, sería espectacular. Pero es contra Israel y no ha habido casi ni quejas diplomáticas. Sin embargo, la cita bíblica dice que cuando un enemigo dice que te quiere matar, créele. Y más si ese enemigo es un fascista teocrático con ideas totalitarias, cuyo país es responsable de haber hecho atentados en el mundo, y de financiar una organización militar con miles de adeptos y gran capacidad militar, llamada Hezbola.
De manera que creo que en el fondo late aún en el mundo periodístico, intelectual y político europeo, y por lo tanto en el mundo, la idea de que si Israel no existiera, quizás no tendríamos un problema.
P: Y contra eso el arma no es meramente el análisis y la discusión. .¿Cómo se combate una idea así?
R: Mira, contra eso lo que hay es la fuerza de la realidad Para desgracias de todos, el terrorismo islámico va a más. Llevo en el tema del Islam fundamentalista como 15 años de seguimiento y no me he ido equivocando-ni yo ni otros-en las intuiciones. Es que son bastante fáciles de interpretar. El problema es cuando no queremos leerlo. Los tipos lo dicen todo, lo escriben todo. Hassan el-Bana y todos los que fundaron los Hermanos Musulmanes, decían que El-Andalus es el objetivo. ¿Te extraña entonces que te maten un día en atentados en Madrid? ¿O que te maten en Casablanca en el restaurante España? ¿O que había un montón de jihadistas preparándose para un atentado en España? ¡ Si lo están diciendo desde los años 20! ¿Por qué no creerles? Y desde luego, desde el 11-S , cuando te salen los de Al Qaeda diciendo vamos a liberar las tierras del Islam de Bosnia y del Andalus, pues si eres de los servicios de inteligencia de España, preocúpate, porque el siguiente eres tú..
P: ¿Y Occidente no se preocupa lo suficiente?
R: Occidente no se preocupa nada. Yo estaba en Miami el 11 de marzo y el día antes. Y en una conferencia en Miami dije: ¿Qué espera Europa para reaccionar? ¿Un atentado en Londres, en Madrid, en París? Y al día siguiente, ocho horas después, fueron los atentados en Madrid. A tal punto que alguien me dijo en broma ¿oye, tú tienes contactos con Al Qaeda? Y yo dije, no, lo que tengo es la clara visión de que Europa va a ser el campo de batalla. Es que llevo 15 años leyendo sus textos. Me los leo y por eso soy de los que creo al enemigo. Y estos tipos escriben desde hace décadas un tipo de ideología muy bien fundamentada, con una liturgia teocrática, con una inspiración épica-está muy bien formada la ideología y se parece en su construcción al nazismo, aunque el nazismo no era religioso y esto sí. Lo tienen todo escrito. Por lo tanto, mi perspectiva es: el terrorismo islámico, como fenómeno planetario, va a durar mínimo 15 años, tal vez 20, de matanzas, porque todo lo que ha ido cuajando durante decenas de años, de miles y miles de personas influidas en decenas de países que no tienen democracia, que no han educado a su gente en la cultura, la libertad y la ilustración, esto al final genera un problema humano e ideológico muy grave. Como yo estoy convencida.-y para desgracia de todos, ya lo verás-de que el gran campo de juego del terrorismo es Europa (porque el objetivo fundamental del terrorismo islámico es el odio a la modernidad y por tanto a la libertad, y Europa es la madre de todo esto), lentamente la gente que estará dispuesta a entender lo que le pasa a Israel, va a ser más. Claro que aún ayer leí a un tipo de una Web de izquierda llamada "Rebelión" que decía que había estado con Nasrallah en el Líbano y que era un hombre fantástico, un libertador de los pueblos. De estos tontos aún vamos a encontrar .Pero la gente más normal empieza a estar preocupada de que el fenómeno es muy serio y empieza a entender un poco más a Israel
P: Tú mencionas mucho a Israel. Si tú cuentas a un amigo, a un amigo, sobre Israel, después, por ejemplo, de una visita al país ¿qué le puedes contar, haciendo abstracción de lo político, del conflicto? ¿Cómo pintarías tú a Israel, en un cuadro verbal, si te pido que dejes totalmente de lado el tema del conflicto y el terrorismo?
R: Mira, a veces las metáforas son muy sencillas. Israel tiene sus problemas, sin ninguna duda. También España los tiene, pero si le pusiéramos a España la lupa que le ponen a Israel, más que granos le salen úlceras. Pero Israel también es un país que al mundo le resulta de una gran utilidad. En 50 años de petróleo, de potencial económico ilimitado, el mundo árabe ha dado casi cero Premios Nóbel, ya que no cuento a Nagib Mahfuz, el escritor egipcio, porque fue un disidente. Pero lo podemos contar. En cambio, algo más de 50 años de Israel, con una presión bélica terrible que le obliga a que su capital económico se dedique fundamentalmente a defensa, es capaz de Israel en medicina, ciencia, química y economía, y por lo tanto dar varios Premios Nóbel al mundo. Cuando uno invierte en vida, en cultura, aunque tenga que defenderse, aunque tenga que luchar con uñas y dientes para sobrevivir, si hay una inversión en vida, modernidad, libertad, uno da algo al mundo. Cuando la inversión es en el fanatismo, el resultado es cero, dictaduras con tipos enormemente ricos, profusamente fanáticos y por otro lado absolutamente inservibles para la humanidad.

CAMBIAR DE ENFOQUE

.P: Se presenta a Israel, a menudo, como el problema mundial. Y al conflicto israelí palestino, como la razón primaria de la inestabilidad..
R: En el fondo creo que los que tenemos una mirada distinta del problema de Israel y Palestina, lo que tenemos que hacer es dejar de hablar de Israel y hablar del Islam. El problema no es Israel. Israel forma parte de la solución.
P: Con esas mismas palabras justamente lo definí hace poco en un editorial..
R: Es que es evidente que está en el problema, pero forma parte de la solución. Cuando en un debate de televisión o en una entrevista viene el típico Iman o el analista árabe y me dice "Israel, Israel, Israel,.,.", yo le digo:"Perdone usted, hablemos de Siria. Hablemos de Irán. Hablemos de las madrasas coránicas en Pakistán. Hablemos del fundamentalismo totalitario del Sudán, que lleva un millón de muertos. ¿Quiere que hablemos del problema del mundo? Hablemos de esto. Y luego le explicaré por qué Israel está en la situación en la que está, porque es víctima de esto".
P: Es un enfoque diferente al usual..
R: Sin duda. Yo creo que es un cambio de enfoque. Yo me niego a hablar del "problema israelí", porque Israel no es el problema, ni lo es para la libertad del mundo, ni para la vida de la gente, ni para la capacidad de expresión, ni para la capacidad crítica, para ninguno de los valores que conforman la modernidad y la Carta de Derechos Humanos. ¿Qué comete actos en su proceso de defensa, que vulneran la carta de DDHH? Sin duda. ¿Qué hay que ser críticos con eso? También. Pero te aseguro que yo, ciudadana no judía, española, que vive en Europa, mi principal problema, ni mi segundo, ni el tercero, ni el cuarto, es las veces que Israel vulnera la Carta de DDHH. Porque en Siria, o en Irán, en los estados del norte de Malasia, no hay una vulneración de los derechos humanos sino una trituración absoluta de todo el siglo de las luces europeo y un retorno brutal a los conceptos medievales de la vida. Y ese el tema de fondo.

NI ANTI-IMPERIALISTA, NI LIBERTADOR, NI POBRE DESESPERADO

P: Recuerdo una aparición de la Dra. Wafa Sultan, sicóloga de origen sirio, residente desde hace años en Estados Unidos, que debatió fuertemente en Al-Jazeera con un Imán precisamente por estos temas, diciendo que ella no conoce a ningún judío que por lo que sufrieron sus padres en Alemania, haya salido a cometer atentados suicidas contra alemanes o a matar por allí. Pero siempre están aquellos que dirán que hay desesperación en el mundo islámico y que en eso radica la explicación de muchas actitudes…¿Qué respondes tu a esa gente?
P: Hay algunos tópicos, vinculados al póster del Che Guevara que muchos tienen colgado en la pared a pesar de que ya está amarillo, que confunden el conflicto actual con la típica guerra por la liberación de los pueblos. Entonces dicen, primer elemento, que es una guerra contra el imperialismo. Pero no, no, no. El fundamentalismo islámico es imperialista de base. Su objetivo es el planeta y su voluntad es el dominio de los pueblos. El segundo tópico es que hablan de liberación. No, al contrario, es un proceso totalitario. El Hamas, o las milicias chechenias, o las de Cachemira o las islámicas de Filipinas o las que matan en Indonesia o mataron en Bali, no tienen como objetivo la libertad sino un régimen teocrático que anulan todas las libertades que el ser humano ha creado con el correr de los siglos.
P: Y llegamos a la "desesperación" misma..
R: Ese es el tercer elemento: como no tienen nada más que la vida, porque son pobres, dan eso, la vida. No es cierto. Estamos ante una rebelión de ricos. El fenómeno islámico totalitario, tiene hoy por hoy la capacidad económica más importante que haya tenido un proceso totalitario en el mundo. Está sin ningún lugar a duda de la capacidad económica del nazismo. De todos los movimientos económicos directivos del mundo, incluyendo el tráfico de armas y de drogas, probablemente hoy el terrorismo islámico es el que mueve más dinero. De manera que no estamos ante una rebelión de pobres .Pueden utilizar marginales y pobres en su proceso, pero estamos ante gente que usa teléfonos móviles vía satélite y que viaja en primera. Mata con peones de segunda, pero viaja en primera. En ese proceso, la muerte no es una desesperación, sino una aspiración, porque en el proceso de destrucción del individuo, de anulación del concepto de la vida, la muerte se convierte en un deseo. De manera que rompamos de una puñetera vez nuestra idea de los Che Guevaras que andan por el mundo liberando pueblos. Esta es la amenaza totalitaria más importante de la historia de la humanidad. Y como me dijo un experto británico en un congreso sobre terrorismo en París: esto es más grave que el nazismo, porque esto es Goebbels con Internet. Y por lo tanto hay que tener mucho cuidado.
P: Goebbels, que hablaba mucho y repetía afirmaciones sin fundamento, pura difamación y mentira. También en esto hay gente que habla sin saber.
R: Pues te diré que hay en esto mucha gente que habla del conflicto y no tiene ni idea de qué habla. Te cuento que una vez, viajando de Buenos Aires a Tucumán, se me sentó al lado un vendedor de ganado, un señor muy amable. Pues yo leía un libro sobre Israel, en catalán. El hombre vio Israel, vio un idioma que no acababa de conocer y me preguntó "usted es judía?", a lo que contesté por supuesto que no. Le conté que soy periodista de España. El hombre habrá pensado: no es judía, es periodista y es española, seguramente debe ser anti-israelí. Y empezó "qué malvados los israelíes, lo que hacen a los niños palestinos…" y todo así. Le pregunté a qué se dedica y me dijo "vendo ganado".Le dije: ¿Pero también es experto en política internacional? Y el hombre me contesta "no, no, no". Y yo seguí: "me vendría muy bien, porque así me puede aclarar qué pasa con los hutus y los tutsis, que es algo que no entiendo muy bien".
P: Genial..Se habrá puesto blanco el hombre…
R: El tipo ya no sabía cómo mirarme. Le dije: "Mire, si usted vende ganado, que es un trabajo muy honorable, y no sabe nada del conflicto de los hutus y los tutsis, que es una cosa mucho más simple-desgraciadamente, pero más fácil de entender- ¿cómo sabe tanto de un conflicto que dura ya más de 50 años y que ni los que viven allí conocen al dedillo? Realmente ¿cómo es que él, vendedor de ganado en Argentina, es un experto en Israel? Es que cualquiera habla como si lo fuera. El que te limpia el coche. La mujer de la peluquería. Le digo que me voy a Israel y me dice: "Uy, ahí matan niños".A lo mejor gente que lee sólo revistas del corazón, que no te sitúa en el mapa a ningún país, te sitúa a Israel como un país en el que se mata a pobres desgraciados.

ENTRE EL ANTISEMITISMO, LA LUPA Y ESTADOS UNIDOS

P: No soy de las que ve fantasmas y cree que en cada crítica a Israel hay antisemitismo, pero fenómenos de ese tipo sí tienen rasgos antisemitas, por lo menos, no tan ocultos.
R: Es verdad. Ahora estamos conmemorando un nuevo aniversario del atentado contra la AMIA. De cara a la fecha, estoy escribiendo un artículo para La Nación , que se llama "AMIA, La Vida quebrada" ( A.J: fue publicado este martes y está reproducido hoy en Semanario Hebreo ).Y allí cuento una anécdota: una vez, yendo en taxi en Buenos Aires, salió el tema hablando con el taxista. Y el hombre me dijo:"Bueno, pero fueron los propios judíos que se pusieron una bomba, para hacer mala propaganda a los árabes". Yo me bajé del taxi. Le dije: pare usted acá mismo. ¿Qué mecanismo mental podía llevar a este tipo a pensar que una gente pone una bomba para matar a su propia gente, para dar mala propaganda a los demás? Eso lo hace posible sólo el antisemitismo de siglos. Eso no lo pensaríamos sobre ningún otro pueblo, cuando-a diferencia de otros pueblos- el pueblo judío nunca ha enviado los suyos a morir. En cambio, el mundo árabe sí que considera legítimo enviar a los hijos a morir. El problema es que un pequeñísimo país, con un enorme conflicto, tiene la lupa puesta de punta a punta del mundo, a tal punto que un tipo que viva en Bariloche, en el sur de Chile o en las Malvinas, habla de Israel. Y eso no hay país que lo aguantes como poner el microscopio en tu cara permanentemente, y vas a encontrar los granos. .Sin embargo, conflictos que llevan millones de muertos, ni siquiera les ponemos el foco grande.
P: Y en América Latina ¿es demasiado simplista decir que esto es reflejo del anti-americanismo de Chávez o hay algo que va más allá?
R: Yo creo que en América Latina, por lo que voy conociendo, tiene que ver con el populismo de izquierdas no bien resuelto. Ahí sí que el póster del Che Guevara pesa. Y por supuesto se ha visto revitalizado con el fenómeno de Chávez. Tiene todos los elementos clásicos. Primero, un anti-americanismo patológico, porque volvemos a lo mismo, criticar a los Estados Unidos, es "lícito". Ser anti americano es una patología del pensamiento, porque si es así, uno tiene que empezar por negar los avances científicos y médicos y las ideas de avance que EEUU da al mundo. Además, no se puede confundir una política que puede no gustarte –yo creo que no votaría a Bush ni harta de vino- con el antiamericanismo como forma de pensar. La crítica es otra cosa. Pero en el populismo sudamericano cohabitan con toda salud por un lado un anti americanismo patológico que conforma el pensamiento hasta el punto que uno se pone las gafitas antiamericanas y acaba siendo amigo de Irán. Pero acaba siendo amigo de _Irán, porque si éste es enemigo de los malos, es mi amigo.
Luego está también un profundo anti-.occidentalismo. O sea que el Islamismo se encuentra con la extrema izquierda en el territorio común del desprecio a la modernidad. No hay que olvidar que hay una izquierda que siempre ha sido totalitaria, que siempre ha despreciado la libertad, los valores de la ilustración, una izquierda que te ha defendido dictadores, que aún te los justifica, una izquierda a la que no le importa destruir derechos fundamentales en aras de un "bien superior" de un planteamiento ideológico. Es decir que la extrema derecha y la extrema izquierda se han encontrado en un terreno común, pero ahí también se encuentran con el islamismo integrista. De manera que en el fondo, el Nasrallah de turno no es tan diferente del Chávez de turno. Los dos desprecian la libertad de expresión, los dos desprecian las libertades, los dos son anti americanos, los dos son profundamente antisemitas. Los dos usan un populismo retórico demagógico .Se parecen mucho.
Y por último, por supuesto, el anti.israelismo. Porque Israel es el compendio final, casi paradigmático, de los valores occidentales, en el instinto de superación, el instinto de competencia, la capacidad creativa, la autodefensa, el mantenimiento de una democracia en situación de peligro. Por eso hay una izquierda que siempre ha despreciado a Israel porque Israel es lo más puro del fenómeno de la modernidad. No olvidemos que la izquierda antisemita actual-creo que estamos hablando de antisemitismo, claramente-es la misma que militaba en el Stalinismo y que durante décadas consideró a Israel el brazo armado del capitalismo malvado. Esto no cambia en una década.
P: Pilar, no puedo terminar esta entrevista sin recordar que es en homenaje a la bendita y hermosa memoria de mi papá, José Jerozolimski (Z"L), que la Comunidad Israelita del Uruguay realiza el ciclo de cultura que tiene como primera actividad precisamente tu ponencia. El era un gran luchador, además de una persona noble, hermosa por fuera y por dentro. El 31 de julio se cumplirán tres años de su fallecimiento. Si te hubiera conocido, te habría admirado, te habría abrazado por tu valentía. Muchísimas gracias por esta entrevista.

R: Muchas gracias a ti Jana.