domingo, 26 de abril de 2009

El gran negocio del odio

EL GRAN NEGOCIO DEL ODIO
Por Egon Friedler

La Republica. Uruguay


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Una vez mas el Presidente irani Mahmud Ahmadinejad cosecho un éxito de escandalo, provocando una oleada de indignación en Occidente.

Su infame discurso de incitación a la eliminación del Estado de Israel de la faz de la tierra, pronunciado irónicamente ante la llamada Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, motivó una salida masiva de la sala de los representantes europeos y condenas en todo el mundo civilizado. Pero no es a ese auditorio al que se dirigía el archi-conservador líder iraní. Su público está en los países islámicos en los que el antisemitismo se mama con la leche materna y se enseña la interpretación "dura" del Corán según la cual los judíos son enemigos de Allah y por lo tanto son enemigos mortales de los musulmanes, por lo que no cabe ningún diálogo con ellos.

Mucha gente en el mundo debe preguntarse. ¿ Porqué precisamente Irán se ha convertido en el gran enemigo de Israel? ¿ Porqué el presidente iraní es el vocero más militante de una posición extrema que ni siquiera es expresada de manera tan sistemática por islamistas árabes directamente involucrados en la lucha con el estado judío?

La respuesta es muy sencilla. El odio es un gran negocio político. Sirve para unir y para separar, para ocultar fracasos y acallar enemigos, para desviar todas las culpas propias a un maligno enemigo externo, para justificar a gobernantes inescrupulosos y encubrir planes de agresión. Y es la receta segura para asegurarse el apoyo de los sectores más primitivos de la sociedad.

Irán no es parte en el conflicto árabe-israelí o palestino-israelí. No tiene ningún conflicto territorial o de otra naturaleza con el estado judío. No existe ninguna razón objetiva para que Irán sea un enemigo jurado del Estado de Israel. Al contrario, a lo largo de la historia, las coincidencias entre judíos y persas, tuvieron connotaciones muy positivas. ¿ Entonces porqué el régimen islamista iraní eligió a Israel como enemigo? Por la misma razón que Hitler eligió a los judíos como el gran pretexto para lanzar su guerra contra el mundo : por ser el chivo emisario clásico, el enemigo ideal, contra el cual ya existe una larga y arraigada carga de prejuicios, una hostilidad militante de hondas raíces teológicas e históricas.

De hecho, Irán confiscó o secuestró en su beneficio el largo y amargo conflicto árabe-israelí. Su "solidaridad" con la causa palestina le permitió convertirse en el árbitro todopoderoso en el Líbano donde actúa a través de su milicia armada integrada por libaneses pero financiada y comandada por Teherán.

La guerrilla del "Hezbollah" es presentada como la "resistencia" , una resistencia que por supuesto no tiene que resistir, ya que Israel retiró sus tropas del Líbano en el año 2000. Pero el mito de la "resistencia" sirve como presunta justificación para la existencia de una milicia armada que convierte en una burla la soberanía libanesa. Cuando esto antaño lo hacían las potencias europeas, solía llamarse imperialismo. Ahora es peor, porque Irán no solo le quita toda autonomía al gobierno de Beirut, sino que involucra al Líbano en una confrontación con un país vecino, totalmente innecesaria y contraria a sus intereses nacionales. Hoy, a casi tres años de la guerra contra Israel provocada insensatamente por Hezbollah, el balance para el Líbano es claramente negativo. El ejército israelí quizás perdió algún prestigio, pero el Líbano tuvo grandes pérdidas en vidas humanas y en infraestructura que no fueron compensadas por los millones de dólares que Irán dio al país para evitar una fuerte reacción anti-iraní.

Otra "ayuda", no menos cínica es la que presta a Hamas. El objetivo de Irán es clarísimo : frustrar todo avance real hacia la creación de un estado palestino dispuesto a hacer la paz con Israel. Por si la división de los palestinos en dos bandos antagónicos, Fatah y Hamas, no fuera suficiente, Teherán, mediante el apoyo al movimiento islamista radical en Gaza, agudiza y eterniza el conflicto entre ambos grupos y frustra todo progreso hacia cualquier solución negociada del conflicto árabe-israelí. A eso cabe sumar sus aspiraciones territoriales en Bahrain, el reciente descubrimiento de una red subversiva iraní-libanesa en Egipto, el apoyo a grupos subversivos shiítas en Yemen y en Arabia Saudita, y el rompimiento de relaciones diplomáticas de Marruecos con Irán en protesta contra la prédica subversiva de clérigos shiítas pagos por el gobierno de Teherán.

¿En qué medida esa política aventurera sirve a los intereses nacionales de Irán? Si se toma en serio un tema meramente banal para los grupos fanáticos islamistas, como el bienestar del pueblo, no cabe duda, de que esa política no sirve para nada. Es plata tirada, que sin duda podría ser mucho mejor empleada en crear fuentes de trabajo y en mejorar los niveles de vida.

Según algunos analistas, el régimen teocrático iraní está entrando en una fase de franca agonía. No es claro que sea así. Pero si lo fuera, hasta su desaparición puede causar todavía mucho daño

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