viernes, 11 de mayo de 2007

Jerusalem judía


POBLACIÓN DE JERUSALÉN
Año -----Judíos-- Musulmanes --Cristianos --Total
1844 ----7.120--- -5.000 --------3.390 ------15.510
1870 ---11.000 ---6.500---------4.500 ------22.000
1896 ---28.112 ---8.560 ---------8.748-------45.420
1913 ---48.400 --10.050--------16.750 ------75.200
1931 ---51.222 ---19.894 -------19.335-------90.451
1948 --100.000 --40.000 ------25.000------165.000
1967 --197.750--- 60.100 ------10.800-------268.650
1977 --272.300--- 91.700-------12.000-------376.000
1983 --306.300 ------------------------------428.700


JERUSALÉN A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
AEC
1000 Jerusalén es establecida por el Rey David como capital del Reino Judío Unido.
960 El Rey Salomón construye el Templo.
587 Jerusalén y el Templo son destruidos por Nabucodonosor y los judíos son exiliados a Babilonia.
515 El Segundo Templo es construido por los que retornan de Babilonia.
440 Nehemías reconstruye los muros de Jerusalén.
198 Los seléucidas ocupan la ciudad.
164 El Templo es depurado y consagrado por los Macabeos.
40 El Rey Herodes construye la Ciudadela ("Torre de David") y embellece el Templo.
EC
70 Jerusalén y el Templo son destruidos por los romanos.
135 Jerusalén recibe el nombre de "Aelia Capitolina", tras la revuelta de Bar Kojba.
394 Se permite el retorno de los judíos a la ciudad.
638 El Califa Omar captura Jerusalén.
691 La construcción del Domo de la Roca es concluida en el lugar donde se levantaba el Templo.
1099 Jerusalén es conquistada por los cruzados; masacre de judíos y musulmanes.
1187 Saladino recaptura la ciudad.
1517 Conquista otomana.
1540 Solimán el Magnífico reconstruye los muros de la ciudad.
1860 El primer barrio judío es establecido fuera de los muros de la Ciudad Vieja.
1917 Los británicos capturan la ciudad.
1925 La Universidad Hebrea es inaugurada sobre el Monte Scopus.
1948 La Ciudad Vieja es capturada por Transjordania y Jerusalén es dividida; el Estado de Israel es proclamado, con Jerusalén como su capital.
1967 Israel retorna a la Ciudad Vieja, luego de la agresión jordana; Jerusalén es reunificada.



LOS JUDÍOS Y JERUSALÉN

Foco de la vida judía

Jerusalén fue el centro de la vida judía durante más de tres mil años. Tres veces ha sido declarada la capital de un Estado Judío. Nunca fue la capital de ninguna otra nación.

En realidad, desde que el Rey David convirtió a Jerusalén en su ciudad real - la capital del Reino Unido de Israel, a la vez que en un centro religioso de los judíos - la ciudad ha tenido un significado especial para el pueblo judío. Fue la sede del Sagrado Templo, el foco de las plegarias religiosas y una de sus colinas - el Monte Sión- se transformó en sinónimo no sólo de la ciudad, sino también del país y de su pueblo.

Los judíos vivieron continuamente en Jerusalén, excepto cuando fueron expulsados de ella por la fuerza. Retornaron del exilio de Babilonia y reconstruyeron el Templo. La rescataron de manos de los helénicos. Ayudaron a los persas a expulsar a los bizantinos con el objeto de restaurar la "Aelia Capitalina" a su carácter original como ciudad judía. Mantuvieron tenazmente su existencia en Jerusalén, a pesar de las conquistas y persecuciones de los árabes, cruzados y turcos.

Y aquellos que no podían llegar a la Ciudad Santa, se consolaban con el anhelante deseo y la plegaria diaria:

"Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y aún llorábamos acordándonos de Sión.

"Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea destruida.

"Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría." Salmo 137: 1, 5, 6

Jerusalén pasó a ser el símbolo del retorno de los judíos a su tierra. La recordaron de esa manera los Profetas, la evocaron en ese sentido los Rabinos en sus plegarias diarias y le cantaron los poetas hebreos en tierras distantes en el curso de las generaciones.

En el Siglo XIX, con el desarrollo del movimiento de liberación nacional judío - el Sionismo - y con el revivido interés europeo por la Tierra Santa, los judíos aprovecharon la oportunidad y retornaron a Jerusalén en gran número. Hacia 1884 se convirtieron en el mayor grupo religioso de la ciudad; unos treinta años después, los judíos de Jerusalén sobrepasaron numéricamente a los musulmanes y cristianos tomados en conjunto.

Los judíos y Jerusalén

Durante su larga historia, Jerusalén conoció numerosos cambios de gobierno. Pero sólo para los judíos fue, tres veces, la capital del pueblo independiente residente en este país. Desde el año 1000 A.E.C. hasta la destrucción del Primer Templo, en el año 587 A.E.C., Jerusalén fue la capital del pueblo de Israel. Por segunda vez, fue su capital desde el año 515 A.E.C. hasta la destrucción del Segundo Templo, en el año 70 E.C. A partir de 1948, Jerusalén es la capital del pueblo de Israel por tercera vez.

En todas las otras épocas, Jerusalén estuvo sometida al gobierno de extranjeros que la convirtieron en una mera ciudad de provincia. Los babilonios en el siglo VI antes de la Era Común; los griegos en el siglo 11 A.E.C.; los romanos entre los años 70 y 324; los bizantinos durante los años 324-614 (y un gobierno persa fugaz, en años posteriores); los árabes, de 638 a 1099; los cruzados, entre 1099 y 1187; los ayubidas y los mamelucos, de 1187 a 1517; los otomanos, entre 1517 y 1917; los británicos desde 1917 hasta 1948. Entre 1948 y 1967, la mitad de la ciudad estuvo sometida al gobierno del Reino de Jordania, cuya capital seguía en Ammán.

Los judíos que viven hoy en Jerusalén son los residentes de apego histórico más prolongado por la ciudad. Esta larga memoria histórica se engarza en la Biblia, en la Mishná, en el Talmud, en las plegarias y en los cánticos. Tres veces por día, desde hace 1.900 años, los judíos rezan por su retorno a Jerusalén. Una vez por año, el 9 de Av, observan ayunos para llorar por la destrucción de Jerusalén. Durante los días festivos se saludan entre si con un voto: "El año que viene, en Jerusalén..."

La memoria histórica que liga a los habitantes judíos de Jerusalén con la ciudad, está grabada también en las piedras jerosolimitanas antiguas y en los edificios redescubiertos por los arqueólogos: Las ruinas de la Ciudad de David y de los días del Primer Templo, así como de la época del Segundo Templo (entre ellas el Muro Occidental o Muro de los Lamentos que, en todas las generaciones, mantuvo el anhelo de los judíos por volver a la ciudad); las ruinas del Barrio Judío en la Ciudad Vieja, donde la existencia judía se conservó, casi ininterrumpidamente, desde la destrucción del Segundo Templo.

La historia del apego de los judíos por Jerusalén, en los períodos de gobierno foráneo, es un capítulo de lucha indomable por defender la presencia judía en la ciudad y evitar que se anule el vínculo judío. Los babilonios arrasaron la ciudad. Sesenta años después, los judíos volvieron. Los romanos asolaron la ciudad y cambiaron su nombre por el de Aelia Capitolina; la última tentativa de liberarse del yugo romano y liberar a Jerusalén, fue la rebelión de Bar Kojba, en los años 132-135, sofocada con crueldad y que costó la vida de medio millón de judíos. Los bizantinos prohibieron a los judíos habitar la ciudad. Los cruzados dieron muerte a la población judía. El gobierno jordano arrasó el Barrio Judío en la Ciudad Vieja y vedó la entrada de judíos, inclusive en calidad de turistas. Pero pese a las persecuciones, los judíos lograron volver a Jerusalén casi en cada generación y dejaron constancia de la presencia judía. Cada tanto, asimismo, pidieron el auxilio de gobernantes foráneos:

* Ciro, fundador de la dinastía persa, permitió el retorno de los judíos a Jerusalén y su reconstrucción, en el año 515 A.E.C., así como revivir su vida nacional.

* El rey romano Juliano el Apóstata prometió a los judíos, en el año 362 A.E.C., devolverles Jerusalén y permitir la reconstrucción del Templo.

* Los persas, que conquistaron la ciudad en el año 614, la entregaron a los judíos que la gobernaron tres años.

* El califa Abd el-Malek, que construyó el Domo de la Roca en el año 691, le confirió prerrogativas hereditarias a las familias judías para que ejerzan la supervisión en el Monte del Templo.

LEY BÁSICA: JERUSALÉN CAPITAL DE ISRAEL

1- Jerusalén unificada en su totalidad es la capital del Estado.

2- Jerusalén es el sitio del Presidente del Estado, la Knesset, el Gobierno y la Suprema Corte.

3 - Los lugares santos serán protegidos de la profanación o cualquier otra violación que atente contra la libertad de acceso de los miembros de las diferentes religiones a los lugares santos o que atente contra los sentimientos de ellos hacia dichos lugares.

4 - a) El gobierno persistirá diligentemente en el desarrollo y la prosperidad de Jerusalén y el bienestar de sus habitantes, a través de la adjudicación de recursos especiales, incluyendo una subvención anual especial para la municipalidad de Jerusalén con la aprobación del Comité de Finanzas de la Kneset.

b) Jerusalén recibirá prioridad en las actividades de las autoridades gubernamentales en lo que respecta al desarrollo de la ciudad en el campo financiero y económico así como en otras áreas.

c) El gobierno deberá constituir un cuerpo o cuerpos especiales para la implementación de esta sección.

http://www.jafi.org.il

Jerusalem y ¿el islam?


¿"Al-Quds de oro"? Jerusalem en el islam
Intifada de Al-Aqsa
Por el lic. Julian Schvindlerman (3/3/2002)

En 700 años de gobierno árabe, Jerusalem no sólo no fue jamás ungida como capital, o al menos convertida en centro cultural de importancia, sino que fue considerada una ciudad menor. El interés musulmán en Jerusalem no yace en el rol que ocupa en la teología, observancia o tradición islámica, sino, paradójicamente, en el rol que no ocupa en las mismas. El interés musulmán en controlar Jerusalem está basado fundamentalmente en negar el control de la ciudad a terceros, en el caso actual, al pueblo judío, más que en afirmar el propio nexo

"Yerushalaim shel zahav"

Jerusalem ha sido por milenios el foco de las emociones, plegarias y aspiraciones de los judíos en todos los confines de la tierra. Desde que el Rey David estableciera a Jerusalem como la capital de Israel tres mil años atrás ha permanecido como el "alma" del pueblo judío.
La centralidad de Jerusalem para la vida espiritual judía quedó plasmada en la tradición y observancia. Históricamente los judíos han rezado tres veces al día orientados hacia ella. Cada año, las pascuas judías concluyen con estas palabras: "El año próximo en Jerusalem". Cada año, el 9 de Av, según el calendario hebreo, el aniversario de la destrucción de Jerusalem en manos romanas y la subsiguiente pérdida de soberanía sobre Eretz Israel, el pueblo judío marca la calamidad con un día de ayuno y duelo. En los hogares judíos, tradicionalmente una pared o rincón era dejado a media construcción a modo de símbolo de que sus propias vidas estaban incompletas sin la ciudad santa.
Jerusalem está además positivamente presente en cada hogar judío al agradecer a D´s por las comidas, al casarse, al brindar consuelo a sus pares enlutados. La literatura judía está plagada de alabos a Jerusalem. ¿Quién no ha oído la conmovedora plegaria "Si me olvidare de ti, oh Jerusalem..."?. En la Biblia judía, "Jerusalem" aparece 587 veces; su sinónimo "Sión" otras 151. El himno nacional israelí finaliza con estas palabras: "...ser un pueblo libre, en nuestra tierra, la tierra de Sión, Jerusalem". El propio nombre de la ciudad deriva del nombre hebreo "Yerushalaim", la ciudad de la paz.


¿"Al-Quds de oro"?

En marcado contraste a esta evidente reverencia colectiva y milenaria judía hacia Jerusalem, los musulmanes han históricamente confinado a la ciudad a los rincones más apartados de sus anhelos. Jerusalem ha sido tan pero tan marginal para el Islam que en el Corán no es mencionada ni siquiera una sola vez. Al rezar le dan la espalda: incluso estando en Jerusalem, los musulmanes rezan orientados hacia la Meca.
En 700 años de gobierno árabe, Jerusalem no sólo no fue jamás ungida como capital, o al menos convertida en centro cultural de importancia, sino que fue considerada una ciudad menor. El interés musulmán en Jerusalem no yace en el rol que ocupa en la teología, observancia o tradición islámica, sino, paradójicamente, en el rol que no ocupa en las mismas. El interés musulmán en controlar Jerusalem está basado fundamentalmente en negar el control de la ciudad a terceros, en el caso actual, al pueblo judío, más que en afirmar el propio nexo.
En otras palabras, la actitud islámica hacia la ciudad santa es una actitud negativa, no positiva. Durante los últimos 13 siglos, Jerusalem ha sólo esporádicamente sido de importancia al pueblo musulmán, y tal interés errático estuvo basado en consideraciones políticas, no religiosas. La historia testimonia esta aseveración.

Jerusalem en la historia temprana y media del Islam:

En el año 622 de la EC, Mahoma abandona Meca por Medina, y en un intento de ganar adeptos judíos a la naciente religión, incorpora varios de los ritos y prácticas religiosas judías, entre las que se encuentran rezar en orientación al Monte del Templo en Jerusalem. Luego del rechazo judío a las prédicas mahometanas, el profeta musulmán sustituye Jerusalem por la Meca como foco de las plegarias.
Al siglo siguiente de la muerte del profeta, la dinastía Umayyad, que controlaba Jerusalem y estaba enfrentada con un liderazgo disidente en Meca, decidió elevar el status de Jerusalem para contrarrestar el poder de Arabia. Las virtudes de la ciudad comenzaron a ser destacadas en la literatura, en tanto que los "hadiths" (dichos y hechos del profeta) positivos a Jerusalem cobraron mayor relevancia. A finales del siglo VII, el Domo de la Roca fue construido sobre las ruinas del Gran Templo judío. Al siglo siguiente, los umayyads contruyeron una mezquita en Jerusalem, nuevamente sobre el Monte del Templo, y la llamaron la "mezquita alejada", también conocida como "al-Masjid-al-Aqsa", o simplemente "Al-Aqsa".
El nombre poseía un simbolismo muy especial. Al describir el viaje nocturno de Mahoma, el Corán dice: "Gloria a [Allah] quien tomó a su sirviente en un viaje nocturno desde la mezquita sagrada hacia la mezquita alejada". El Dr. Martin Kramer y otros entendidos en el tema sostienen que la "mezquita sagrada" existía en Meca, en tanto que la "mezquita alejada" apelaba a un lugar celestial, no terrenal. Pero incluso si aludía a un lugar terrestre, no podría ser en Palestina dado que dicha área recibía el nombre en el Corán de "la tierra más cercana".
En la actualidad los musulmanes aducen que Al-Aqsa es la mezquita referida en su texto sagrado como la "mezquita alejada". Una aseveración curiosa, dado que no había mezquita alguna en Jerusalem durante la vida de Mahoma. Jerusalem fue capturada por el califa Omar en el año 638, seis años después de la muerte del profeta islámico. Ochenta años después de la muerte de Mahoma, Abd el-Whad construyó la mezquita de Al-Aqsa. En consecuencia, es históricamente obvio que el profeta musulmán no pudo haber tenido esta mezquita en mente al compilar el Corán dado que la misma no existió por las siguientes 8 décadas posteriores a su muerte. Con lo cual, tal como acotó el Dr. Daniel Pipes, ¡así es como una mezquita construida con posterioridad a la revelación del Corán es retroactivamente insertada en los versos originales del Corán para validar un reclamo ulterior!
Con el colapso de la dinastía Umayyad en el año 750, Jerusalem perdió su brillantez. Durante los siguientes 350 años al ocaso político de la dinastía Umayyad, Jerusalem perdió relevancia religiosa en el mundo musulmán. Las loas literarias a Jerusalem disminuyeron, las construcciones se detuvieron, y las otrora gloriosas edificaciones incluso se desplomaron (el Domo de la Roca se derrumbó en 1016). Fue solamente a partir de la conquista de Jerusalem por los cruzados en 1099 que los musulmanes comenzaron a reafirmar la importancia de la ciudad. En el contexto de los preparativos para la captura de Jerusalem en 1150, hadiths y libros alabando las virtudes de Jerusalem reemergieron. Así como Saladino reconquistó la ciudad, el interés islámico en Jerusalem retornó a su posición de previa pasividad, a punto tal que uno de los nietos del propio Saladino cedió temporariamente la ciudad al emperador Federico II a cambio de asistencia militar a su hermano. La noción de que Jerusalem estaba nuevamente en manos infieles despertó fuertes reacciones y en el siglo XIII Jerusalem fue recapturada por luchadores musulmanes. Por los siguientes siete siglos, Jerusalem cayó en la irrelevencia habitual bajo la administración musulmana.

Jerusalem en la Historia Moderna del Islam

Bajo el imperio otomano la ciudad cayó en tal desatención que los varios viajeros que visitaron el área la describieron con penuria. En 1850 Gustav Flaubert encontró que la ciudad tenía "ruinas por todas partes". En 1867, Mark Twain escribió que la ciudad "ha perdido toda su grandeza antigua, y se ha convertido en una aldea paupérrima". Los renovados esfuerzos judíos en regresar a su capital, y estando ésta a partir de 1917 bajo control infiel (el Mandato Británico), despertaron, una vez más, la pasión musulmana por Jerusalem. Se comenzaron a recolectar fondos para restaurar el Domo de la Roca, líderes árabes comenzaron a visitar la ciudad, rezos en Al-Aqsa ganaron ímpetu y apasionados discursos sobre la santidad de Jerusalem para el Islam emergieron con vigor.
Luego de la guerra de 1948 Jerusalem cayó en manos musulmanas. Durante esta guerra, Jordania, una nación árabe, lanzó morteros contra la Ciudad Vieja de Jerusalem, convirtiéndose así en "el primer país en la era moderna en bombardear la ciudad santa", tal como señaló el profesor Yehuda Blum. (Bajo la administración jordana, los israelíes—incluyendo a los judíos y también a los árabes, fueran éstos cristianos o musulmanes—tenían prohibido acceder a sus lugares sacros en Jerusalem oriental. Cincuenta y ocho sinagogas de la Ciudad Vieja fueron profandas o destruidas, algunas de más de siete siglos de antigüedad. En el proceso, cientos de libros de rezos judíos fueron quemados. Asimismo, cerca de 50.000 lápidas del cementerio antiguo judío del Monte de los Olivos fueron removidas para ser usadas en proyectos de construcción, entre otros, letrinas. Algunas zonas dentro del cementerio fueron transformadas en estacionamientos y estaciones de servicio. Fue solamente a partir de la reunificación de la ciudad, luego de la conquista israelí en 1967, que la libertad de culto y el respeto a los lugares sacros de todas las religiones fue garantizada).
Al poco tiempo de estar bajo gobierno jordano, Jerusalem nuevamente perdió su esplendor en el Islam. Pipes nos explica que los hashemitas invirtieron energías en promover Amán, su capital, y no Jerusalem, como el centro político-administrativo de su reinado. Instituciones oficiales árabes importantes, tales como el Alto Comité Arabe, fueron cerradas, mientras que otras, tales como el Tesoro de la Waqf, mudadas a Amán. Actividades elementales tales como obtener un crédito bancario, suscribirse al servicio telefónico, o registrar un paquete postal demandaban un viaje a Amán. La radio jordana difundía los sermones de los viernes no desde la mezquita de Al-Aqsa sino desde una pequeña mezquita de Amán. (Incidentalmente, estos sermones eran censurados por las autoridades jordanas, una restricción que Israel rescindió al reunificar la ciudad en 1967). Las residencias de la familia real, así como la primera universidad jordana, fueron establecidas en Amán, no en Jerusalem. La economía jerosolimitana se estancó, miles de árabes la abandonaron, y la ciudad se transformó en un pueblito provincial de menor importancia. El propio rey Hussein muy ocasionalmente visitó la ciudad sacra, una actitud imitada por otros dignatarios árabes: entre 1948 y 1967 ningún líder árabe visitó Jerusalem. Ni tampoco en la Carta Nacional Palestina, el documento fundante de la OLP de 1964, podía hallarse una mención a Jerusalem.
Por supuesto, todo esto cambió significativamente a partir de 1967, año en que Jerusalem pasó a estar en su totalidad en manos israelíes. A partir de entonces, los árabes comenzaron a "extrañar" a Jerusalem. Menciones a la misma fueron incluidas en documentos oficiales de la OLP, y "fotos del Domo de la Roca aparecieron por todas partes, desde la oficina de Yasser Arafat hasta la verdulería de la esquina", en palabras de Pipes. La Liga Arabe adoptó numerosas resoluciones sobre Jerusalem. El Domo de la Roca halló su lugar en las monedas y billetes iraníes, desde la revolución islámica. El Ayatollah Khomeini declaró al último día viernes del Ramadán como el "día de Jerusalem". En años recientes, con Jerusalem sobre la mesa de negociaciones entre palestios e israelíes, varios gobernantes árabes expresaron públicamente sus deseos de rezar en la ciudad santa antes de morir, declararon emotivamente cuán trascendente es para ellos, etc., etc., etc.

Resumiendo

El argumento árabe-musulmán, tan en voga en la actualidad, de que Jerusalem es la tercera ciudad santa, luego de Meca y Medina, para el Islam, debe entenderse en el contexto de las líneas precedentes. La centralidad de Jerusalem para los musulmanes es un mito, y, como con casi todos los mitos árabes modernos, goza de enorme aceptación mundial. Afortunadamente, algunas figuras árabes han reconocido la tendencia y la han llamado por su nombre. El historiador marroquí Khalid Duran, afirmó que "la importancia de Jerusalem para los judíos y su vínculo con ella es ahora usurpado por los palestinos musulmanes". Más claro imposible.

La reseña histórica aquí presentada respecto al lugar que ocupó Jerusalem en el Islam está basada en "If I Forget Thee: Does Jerusalem Really Matter to Islam?", The New Republic, 28/4/97, escrita por el Dr. Daniel Pipes; en una nota por el mismo autor, "Whose Jerusalem", The Jerusalem Post, 19/7/00; "The Temples of Jerusalem", por el Dr. Martin Kramer, Peace Watch No. 277, 18/9/00, The Washington Institute for Near East Policy; así como en una sinópisis armada por el Dr. Kedar de la Universidad Bar-Ilán, "How Did Jerusalem Come to be so Holy to Moslems? (Why and when was the myth of al-Aqsa created)", distribuída por email en octubre de 2000.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Diálogo inútil con el islam

El inútil diálogo que el islam rechaza desde hace 1400 años
Oriana Fallaci

NUEVA YORK.- Continúa el discurso sobre el diálogo entre las dos civilizaciones. Y que me trague la tierra si me preguntan cuál es la otra civilización, qué hay de civilizado en una civilización que no conoce siquiera la palabra libertad. Que por libertad entiende la "emancipación de la esclavitud". Que acuñó la palabra libertad recién a fines del siglo XIX para poder firmar un tratado comercial. Que en la democracia ve a satanás y la combate con explosivos, cortando cabezas. Que de los derechos del hombre, tan escrupulosamente aplicados por nosotros con los musulmanes, no quiere ni hablar. De hecho rechaza suscribir la Carta de Derechos Humanos redactada por la ONU y la sustituye con la Carta de Derechos Humanos realizada por la Conferencia Arabe.
Que me trague la tierra también si preguntan qué hay de civilizado en una cultura que trata a las mujeres como las trata.
El islam es el Corán, queridos míos. De cualquier manera y en todas partes. Y el Corán es incompatible con la libertad, es incompatible con la democracia, es incompatible con los derechos humanos. Es incompatible con el concepto de civilización.
Y ya que he tocado este tema, escúcheme bien, señor juez de Bérgamo, que me ha querido incriminar por vilipendiar al islam, pero que jamás ha culpado a mi perseguidor por vilipendiar al cristianismo. Ni siquiera por instigación al homicidio (el mío).
Me escucha y sin embargo me condena. Me da tres años de reclusión que los magistrados italianos no dan ni a los terroristas que son apresados con explosivos en una cantina. Su proceso es inútil. Mientras tenga un hilo de aliento yo repetiré lo que he escrito en mis libros y que vuelvo a escribir aquí. Nunca me he dejado intimidar, no me dejo intimidar por las amenazas de muerte ni por las persecuciones, por las denigraciones, por los insultos de los cuales usted se ha cuidado bien de protegerme.

Jesús y Mahoma
Continúa también la indulgencia que la Iglesia Católica (por otra parte la mayor partidaria del diálogo) profesa en todo lo relacionado con el islam. Continúa por lo tanto su irreducible voluntad de subrayar el "patrimonio espiritual común transmitido a nosotros por las tres grandes religiones monoteístas": la cristiana, la judía, la islámica. Las tres basadas en el concepto del Dios único, las tres inspiradas en Abraham. El bueno de Abraham, que para obedecer a Dios estuvo por degollar a su hijo como a un cordero.
¿Pero qué patrimonio común? Alá no tiene nada en común con el Dios del cristianismo. Con Dios Padre, el Dios bueno, el Dios afectuoso que predica el amor y el perdón. El Dios que en los hombres ve a sus hijos. Alá es un dios patrón, un dios tirano. Un dios que en los hombres ve a sus súbditos y hasta a sus esclavos. Un dios que en lugar del amor, predica el odio, que a través del Corán llama perros infieles a aquellos que creen en otro dios y ordena castigarlos. Sojuzgarlos, matarlos.
Entonces ¿cómo se pueden poner en el mismo plano el cristianismo y el islamismo? ¿Cómo se hace para honrar de igual modo a Jesús y a Mahoma? ¿Alcanza de verdad la cuestión del Dios único para establecer una concordancia de principios, de valores?
Este quizás es el punto que en la realidad posterior al ataque de Londres me molesta más. Me altera también porque expone, es decir, refuerza lo que considero un error del papa Wojtyla: no luchar todo lo necesario contra la esencia antiliberal y antidemocrática del islam. En estos cuatro años no he hecho más que preguntarme por qué un guerrero como Wojtyla, que contribuyó a la caída del imperio soviético y, por lo tanto, del comunismo, se mostró tan débil ante una desgracia peor que el imperio soviético y que el comunismo.

Mandamiento
Naturalmente comprendo que la filosofía de la Iglesia Católica se basa en el ecumenismo y en el mandamiento de "amarás a tu enemigo como a ti mismo". Que uno de sus principios fundamentales es, al menos en teoría, el perdón, el sacrificio de poner la otra mejilla (sacrificio que rechazo no sólo por orgullo, sino porque lo considero un incentivo del mal, para quien hace mal).
Sin embargo, existen también el principio de la autodefensa y el de la defensa legítima, y si no me equivoco la Iglesia Católica recurrió a ellos muchas veces. Carlos Martel venció a los invasores musulmanes alzando el crucifijo. Isabel de Castilla los echó de España haciendo lo mismo. Y en Lepanto había incluso tropas pontificias.
Y si esos católicos no hubieran aplicado el principio de autodefensa, de legítima defensa, hoy también nosotros llevaríamos la burka. También nosotros llamaríamos a los pocos sobrevivientes perros infieles. Y la basílica de San Pedro sería una mezquita como la iglesia de Santa Sofía, en Estambul. Peor: en el Vaticano estarían Osama ben Laden y Mussab al-Zarqawi.
Así, cuando tres días después del nuevo ataque el papa Ratzinger volvió a hablar de diálogo, me quedé petrificada. Su Santidad, le habla una persona que lo quiere, que le da la razón en muchas cosas. Que debido a ello es escarnecida con motes de atea-devota, laica-chupacirios. Una persona que comprende la política y sus necesidades. Que comprende los dramas del liderazgo y sus compromisos. Que admira la intransigencia de la fe y respeta las renuncias o las concesiones a las que obliga.
Sin embargo, la siguiente pregunta debo exponerla igual: ¿cree de verdad que los musulmanes aceptan un diálogo con los cristianos y con las otras religiones o con los ateos como yo? ¿Cree de verdad que pueden cambiar, enmendarse, parar de sembrar bombas? Usted es un hombre erudito, Su Santidad. Y los conoce bien. Me explica, entonces,: ¿cuándo en el curso de su historia, una historia que ya lleva 1400 años, han cambiado o se han enmendado?
Traducción: María Elena Rey

Edicto de expulsión


EDICTO EXPULSIÓN DE LOS REYES CATÓLICOS EN LADINO.

TRANSKRIPSYON DEL DEKRETO DE EKSPULSION KE FUE ANONSYADO POR LA REYNA ISABELLA I EL REY FERNANDO (FERDINAND) DE ESPANIA EN 1492, KE OVLIGAVA A LOS JUDIOS DE SALIR POR ENTERO DE LA ESPANIA.

(Tomado del livro de las "Bulas y Pragmáticas de los Reyes Católicos de Johan Ramirez 1503", ahora nuevamente publicado por el Instituto de España en Madrid, Ministerio de Justicia 1973, Vol. VI-VII. Ed. Facsímil de su libro en que están compiladas algunas bullas e todas las pragmáticas. Obtenido en Córdoba por S. Alfassa Marks, en Marzo 2001).


El Rey Fernand I la Reyna Isabelle, por grasya de Dios, Rey I Reyna de Kastilya, Leon, Aragon I otras dominiones de la korona - al Prinsipe Juan, a los dukados, markizes, kontes, sacerdotes de la santa relijyon, los responsables pasados, los komandantes, lordes de los kastigos, kavalyeros, I a todos los Djudios, ombres I mujeres te todas edades, I a todos los kualos ke son konsernados por esta letra- salud I grasya sovre vozotros.

Savesh muy bien ke en tierras de nuestro Reynado, egzisten algunos Kristyanos malos I falsos , ke se komportan komo Djudios I kometyeron el grande pekado de apostaziya enverso nuestra Santa kreyensia Katolika, la razon es por ke Djudios I Kristyanos estuvieron en kontakto en bivyendo uno al lado del otro.
Es por esta razon ke en el anyo 1480 ordenimos ke los Djudios seyan aleshados I separados de las sivdades I lugares de nuestro payis, I ke les seyga dado kuartieres separados, esperando ke esta separasyon iva topar remedyo a a la mala influensa. I de mas, ordenimos ke una Inkuizisyon seyga establesida en
estos lugares, En los dodje anyos ke la Inkuizisyon estuvo funksionande topo a munchas personas kulpables de krimen enverso la kreensia I la Relijyon
Kristyana..

Aparte de esto, la Inkizisyon I otros manaderos mos embezaron ke el grande danyo echo por los Djudios a los Kristianos esta persistiendo , por ke estan
kontinuando a tener konversasyones I estan kontinuando a komunikar kon los Djudios, akeyos Djudios ke miran de toda manera de azer danyo I meter en duvda nuestra santa kreyensia Katolika, mirando de azer aleshar Kristyanos kreyentes de sus kreyensyas.

Estos Djudios embezan a estos Kristyanos sus seremoniyas I la observensya de sus Ley, azen sirkusir a sus kriaturas, les dan livros para ke orasyonen, les
dizen kualos son los diyas de estar sin komer, I se enkontran kon eyos para embezarles los kuentos eskritos en sus Ley, les avizan kuando ya esta
vinyendo el Pesah I komo lo van a observar, en dandoles de este pan sin levadura kon komidas ke preparan segun sus seremoniyas, I los embezan de
kualo kale ke se akaviden, de lo kes defendido, seyga en kozas de komer, seyga en otras kozas ke son demandadas de ser observadas por la Ley de
Moshe, todo en dandoles a entender ke no ay otra ley o verdad aparte de sus Ley. Esto salyo enmedyo de la forma la mas klara de las konfesyones I atorgamientos de estos Djudios, I de akeyos ke fueron pervertidos I
enganyados por eyos, I ke kavzo muncho danyo I tuvo una influensya muy mala sovre nuestra santa kreensia Katolika.

I por ke ya saviyamos ke el verdadero remedyo para estos danyos I difikultades es el kortar I defender toda forma de kontakto I komunikasyon entre estos Djudios kon los Kristyanos, I en arondjandolos a eyos de todo lugar de nuestros reynados.
Juntos kon esto, mirimos de abastarmos en ordenando ke estos Djudios seygan arondjados solamente de todas las sivdades I kazales I lugares de la Andalusia ande se entendio ke ayi fue ke los Djudios izyeron el mas grande danyo, I kreyendo ke esto iva abastar para ke los Djudios de otras sivdades, kazales I lugares en nuestros reynados I teritorios se dezvacheyen de kometir los pekados ke dishimos. Ma porke fuimos informados ke ni esto, ni las justisyas ke fueron echas kon akeyos Djudios ke fueron topados muy kulpantes
de estos krimenes I de arebashar nuestra santa kreyensia Katolika no sirvyeron a milizinar kompletamente , a empidir I a mejorear esta insulta I I
este menazo a la kreyensia I a la Ley del Kristyanizmo; I porke todos los diyas esta salyendo en medyo ke estos Djudios aumentan I kontinuan sus malas intensiones I sus grande danyo en kada lugar ande moran I ande avlan, I porke ya no kedo mas danyo ke no izyeron a muestra santa kreyensia, seyga a los ke
Dios los guadro asta agora I seyga entre akeyos ke fueron enganyados por estos Djudios, lo ke kedo de azer agora a esta Santa Madre Eglisia es de adovar I de amenguar el grande danyo I trayer las kozas a sus estado de antes, porke si esto no se aze, siendo ke komo humanos semos flakos I frajiles, podemos yegar fasilmente a kayer enfrente de esta tentativa
diabolika de los Djudios, ke no kedan de gerreyar kontra mozotros. Para esto kale ke la razon prinsipal despareska, lo ke kere dizir ke kale arondjado a estos dichos Djudios del Reynado.

Porke kuando un krimen grave I desgustante es kometido por los miembros de un sierto grupo de personas, es razonavle ke este grupo seyga defendido I arrevatado, los chikos por los grandes seygan kastigados uno por el otro, I akeyos ke perverten, akeyos ke travan a malos kaminos a los buenos I a los
onestos ke biven en las sivdades o en los kazales, I ke sus malisias seygan kontajiozas I agan danyo a otros, eyos deven ser aleshados I arondjados de entre la djente , mezmo si fueran razones menos graves, komo azer danyo al Estado, I no kere dicho por razones ke son krimenes muy grandes, danjerozos I kontajiozos komo los ke estamos viendo.

Por esta razon, kon el konsejo I propozisyon de personas eminentes I kavalyeros de nuestro Reynado, I de djente de saveduria I konsiensia de nuestro Konsilio Superior, despues de munchas deliberasyones, fue akseptado I fue tomada la desizyon ke todos los ombres Djudios I todas las mujeres Djudias seygan ordenados de salir I irsen de nuestro Reynado, I ke nunka seygan permitidos de boltar.

Aparte de esto estamos ordenando por este dekreto ke todos los Djudios I las Djudias de kualkera edad ke moran en nuestro payis I en nuestros teritorios, ke se vaygan kon sus ijos I ijas, sus servidores I sus parientes, grandes I chikos, de toda edad, a la fin del mez de Julio este anyo, I ke no seygan permitidos de boltar a nuestras tierras, ni mezmo pizar o dar un paso sovre eyas de una manera o de otra. Todo Djudio ke no se komportara segun este dekreto I ke se topara en nuestro Reynado I sus teritorios, o ke mirara de
boltar al reynado en kualker forma sera kastigado por muerte I todo lo ke le apartiene le sera konfiskado.

En desparte, estamos ordenando ke ninguna persona en nuestro reynado, sin emportansa de situasyon o de nobleza eskonda, guadre, defenda a algun Djudio o Djudia ni avyertamente ni en sekreto, desde la fin del mes de Julio, en sus kazas o kualker lugar de nuestro Reynado, I ke akeya persona sera kastigada de pedrer todo lo ke poseda, tierras, kastilyos, I privilegios de hereditad.

Ansi ke ke los Djudios en kestion pueden disponer I azer lo ke keren de lo ke tienen en sus kazas I de lo ke les apartiene, en este tiempo ke les fue dado. Agora les estamos asegurando la proteksion real I la seguridad para ke asta la fin de Julio eyos puedan vender o trokar los muebles o lo ke posedan I otras kozas, o disponer de sus bienes libremente segun eyos keren ; I ke en este tiempo ke les fue dado, ninguno es permitido de azerles a estos Djudios danyo, o injustisia o golpeyar a sus personas o a sus bienes, koza ke seria kontraryo a la djustisya, akeya persona meresera de ser kastigado komo akeyos ke azen danyo grande a la siguridad de nuestro reynado.

De esta forma les estamos permetyendo a los Djudios ombres komo mujeres, de tomar sus bienes afuera de nuestros reynados, seyga por mar o seyga por tierra, kon kondisyon ke no se yeven kon eyos nada de oro o de plata, o dinero o ninguna otra koza ke es defendida de yevar afuera segun las leyes del reynado.

Ansi es ke estamos ordenando a todos los konsejeros, djuzgos, avokatos, kavalieros, portadores del eskudo, ofisiales, la buena djente de la sivdad de Burgos I de otras sivdades I kazales de nuestros reynados I sus teritorios, I a todos nuestros sivdadinos I djente de nuestra suditansa, ke observen I ke agan lo ke esta eskrito I kontenido en esta letra, I ke den todo sus ayudo I favor para ke lo ke esta ordenado seyga ekzekutido. Si no, eyos seran kastigados I apenados por la grasya soverena, I todos sus bienes I sus
funksiones les seran konfiskados I seran apatronados por la kaza del estado real.

I ansina esto deve vinir a la konosensia de todos, I ninguno podra pretender ke no savia o no sintio. Estamos ordenando ke este dekreto seyga proklamado
en todas las plasas I lugares de enkuentro en todas las sivdades, kazales I en todo lugar, I tambien enlas grandes sivdades I kazales de toda rejyon.

Ke esto seyga echo por el apregonador de la sivdad en prezensya del enrejistrador publiko, I ke nada no seyga echo kontrariamente a lo ke esta ordenado, por pena de versen kastigados por la grasia soverana I de serles
anulada toda funksion I ofisio, I la konfiskasyon de todos los bienes de los ke azen el kontrario.

I de mas estamos ordenando ke la prova seyga trayida a la korte de la justisia, en forma de testimonio firmado onde sera dicho komo este dekreto fue aplikado.
Dado en esta sivdad de Granada en el primer dia de Marso, en el anyo de nuestro senyor Jesus-Kristo -1492.

Sinyado,

YO el Rey YO la REYNA

Juan de Coloma, sekretario del Rey I de la Reyna, ke lo eskrivi kon orden de nuestras Majestades.

YO Yohan de Coloma Secretario del Rey e de la Reyna Nuestros Seniores, la fize escrivir por su Mandado, Rejistrada Bernal Diaz Almacan, Kanchelario.

El Ladino



El ladino o judeoespañol (Djudeo-Espanyol גודיאו-איספאנייול) es la lengua que fue y es hablada por los sefardíes (judíos expulsados de España a raíz del Edicto de la Alhambra decretado en 1492 por los Reyes Católicos). Esta lengua, aunque es eminentemente derivada del castellano, es también una mezcla en diferentes proporciones de muchas de las lenguas habladas en la Península Ibérica (y las posesiones aragonesas del Mediterráneo) a la salida de los judíos a finales del siglo XV: catalán, gallego, aragonés, portugués, italiano e incluso provenzal. Como es propiamente una lengua judía, es lógico que contenga una aportación de hebreo y, dependiendo de la zona donde se hable, se nota una fuerte influencia del turco y del griego, principalmente. Por último, el judeoespañol hablado por los sefardíes del siglo XX muestra también una rica importación de vocablos del francés, dada la fuerte influencia que tuvo la Alianza Israelita Universal en ciudades como Salónica y Estambul.
Al nunca haber sido regulada esta lengua, es actualmente sujeto de muchas controversias, siendo el nombre quizás la más común. El nombre de ladino surge de la costumbre rabínica de traducir las escrituras del hebreo original, al castellano, hablado por el común de los sefardíes. A esta acción se le llamaba fazer en latino, y con el paso del tiempo, las escrituras leídas o traducidas al castellano se decía que estaban en ladino. Sin embargo, los sefardíes, la mayoría de las veces se referían a su lengua como espanyol, o más comúnmente Judezmo. El término de judeoespañol surge de la necesidad de diferenciarlo del español moderno, al ser una lengua que, aunque inteligible, es evidentemente distinta. Para el caso del Haquetía, se observa una muy fuerte influencia del árabe.



Historia [editar]
Los judíos fueron expulsados de España el 2 de agosto de 1492, que establecía la obligación de abandonar el territorio español para todos los judíos, salvo aquellos que se convirtiesen al cristianismo. La mayoría de los sefardíes optaron por el exilio, y casi todos ellos fueron recibidos por el sultán Bayaceto II en el Imperio Otomano. Otra parte se estableció en Marruecos, Holanda y algunos países de Europa Central.
Los sefardíes establecidos en el Imperio Otomano pertenecían a un nivel social y económico, en cierta medida superior al de las poblaciones autóctonas, lo cual permitió que éstos conservaran la lengua y la mayoría de sus tradiciones hispánicas por casi 400 años. Algo similar ocurrió en Marruecos, sin embargo, el tiempo favoreció que se originaran dos versiones del español sefardí, el ladino (hablado en los Balcanes) y el haquetía de Marruecos. Por la influencia cultural que tuvo el ladino y desde luego, por el número de hablantes que tuvo, mucho mayor que el haquetía, es considerado un especimen lingüístico muy interesante para filólogos e hispanistas.

Orígenes [editar]
La lengua hablada por los judíos españoles antes de la expulsión no difería sustancialmente del castellano hablado por la mayoría de la población, aunque tuviera en ocasiones rasgos específicos, particularmente el empleo ocasional de léxico hebreo. Las primeras décadas del establecimiento de los sefardíes en la ciudad de Salónica, coexistían varias de las lenguas habladas en la Península Ibérica. Era posible, en los diferentes barrios o Calls identificar lenguas como el gallego, catalán o portugués. Sin embargo, la sustancial predominancia de los sefardíes de origen castellano o andaluz propició que las lenguas anteriores cayeran en desuso, no sin haber ejercido cierta influencia. (Mazower, 2005).
El judeoespañol posee una gran cantidad de vocablos de corte "arcaico", en relación con el castellano actual. Mucho de esto se debe a la falta de dinamismo que tuvo el idioma en los Balcanes, lejos de la "Madre Patria", cuya lengua se enriqueció y sufrió reformas con el paso de los años. El judeoespañol por su parte, adquirió vitalidad de la lengua turca y griega principalmente, las cuales lo enriquecieron y en cierta medida, modernizaron.
En sus lugares de exilio, los judíos mantuvieron la lengua española porque ésta era un signo de pertenencia a la comunidad judía, y en los lugares donde los sefardíes compartían espacio con los ashkenazíes, como manera de diferenciarse. Incluso en la Turquía otomana, el español hablado por los sefardíes era conocido como yahudice (literalmente, judío). Un enviado diplomático otomano que visitó España en el siglo XVII, se sorprendía de la lengua hablada en el país, como lo manifestó en una carta escrita a la Puerta Sublime: Curiosamente, en España han adoptado la lengua de los judíos de nuestro Imperio. [cita requerida]
Durante siglos, se produjo una abundante tradición oral en judeoespañol, así como una importante cantidad de literatura. En la ciudad de Salónica, primero otomana y más tarde griega, donde la comunidad sefardí integraba el 65% de la población, el judeoespañol era usado como lingua franca en el comercio y en las relaciones sociales entre cristianos, judíos y musulmanes.

Siglo XIX [editar]
El siglo XIX marca un punto de inflexión en el desarrollo del judeoespañol, con un proceso simultáneo de auge y declive. El universo sefardí se secularizó, aumentaron las migraciones y la formación académica en otras lenguas, principalmente el francés, con lo que muchos relegaron el idioma original al ámbito familiar o lo abandonaron definitivamente. Incluso, los sefardíes cultos mostraron su grado de occidentalización integrando palabras francesas o italianas al judeoespañol para darle un carácter más "romance" a la lengua, sustituyendo palabras de origen netamente turco.
El auge del nacionalismo y la consiguiente formación de nuevos estados nacionales presionó a los sefardíes para que abandonasen su lengua en favor de la lengua oficial del Estado. Paradójicamente, los años que van desde 1880 hasta los años 30 del siglo XX son los de mayor uso del Ladino, pues es el momento histórico en que los sefardíes alcanzan su plenitud demográfica. Este mayor uso se refleja también en la producción escrita: se desarrolla la prensa judeoespañola al tiempo que se traducen multitud de obras literarias europeas o se crean otras a su semejanza.
A finales del siglo XIX, se producen también los primeros reencuentros con el Castellano peninsular, sobre todo en Marruecos, donde la lengua de los sefardíes adquiere muchos rasgos del castellano moderno. Algunas comunidades sefardíes intentaron que el Estado español asumiera una tarea de reespañolización de los antiguos exiliados, abriendo escuelas y centros de enseñanza superior que contrarrestaran la influencia del francés.
También se intentó que los sefardíes pudieran recuperar la ciudadanía española, sobre todo para ampararlos del desorden y las luchas que se estaban dando en los Balcanes, dada la progresiva desintegración territorial del Imperio Otomano. Como resultado, el 20 de noviembre de 1924 se aprobó un Decreto de Ley elaborado por Miguel Primo de Rivera según el cual los sefardíes tenían derecho a obtener la nacionalidad española. Gracias a esta ley cerca de 40.000 judíos salvaron la vida durante la persecución sufrida en la Segunda Guerra Mundial.

Siglo XX [editar]
En el siglo XX el judeoespañol experimenta un rápido declive. Por un lado, el Holocausto nazi que aniquiló comunidades enteras, como la numerosa comunidad de Salónica. La exterminación sistemática de la población judía en los campos de concentración es el acontecimiento histórico más duro que sufren las comunidades sefardíes desde la expulsión de 1492.
Por otro lado, las migraciones causadas por la propia guerra y posteriormente por la creación del Estado de Israel propiciaron el desmembramiento y aculturación de las comunidades. En apenas cinco años la lengua Sefardíes perdió al 90% de sus hablantes. Esto significó para el judeo-español dejar de tener un punto de localización reconocible y perder a quienes mejor hubieran podido abrir nuevos caminos hacia la normalización de una lengua: los escritores y creadores literarios.
El mantenimiento del judeoespañol como signo de identidad judía tenía poco sentido en Israel, donde una lengua considerada más propia de los judíos, el hebreo, había sido resucitada como lengua viva. A Israel se trasladaron la mayor parte de los sefardíes de Marruecos, emigrados masivamente en los años 50. Los sefardíes emigrados a países de habla hispana abandonaron rápidamente su lengua en favor del español, y las comunidades de Francia o Estados Unidos lo mantuvieron durante un tiempo, aunque relegándolo cada vez más al ámbito doméstico o de las relaciones sociales.

En la Actualidad [editar]
El número de hablantes de judeoespañol ronda hoy los 150.000. En Israel se mantiene una revista en judeoespañol, Aki Yerushalayim ("Aquí Jerusalén"), editada por la Autoridad Nasionala del Ladino y una emisión semanal de radio en la emisora Kol Israel. Igualmente Radio Exterior de España emite el programa Bozes de Sefarad que recientemente cumplió 20 años al aire. Otros medios de comunicación en Ladino han ido desapareciendo a medida que menguaba el número de hablantes.
Las comunidades sefardíes más numerosas fuera de Israel están en Turquía, donde hay unos 15.000 hablantes. Ahí mismo, el número de periódicos y boletines emitidos en judeoespañol sigue siendo significativo.
Desde finales del siglo XX ha habido tímidos intentos de recuperación del judeoespañol, sobre todo en Israel. Este judeoespañol académico es un estándar creado a partir de las hablas de los sefardíes. Está incluso, muy influido por el castellano estándar, del que se ha tomado numeroso vocabulario para sustituir los préstamos turcos, franceses y eslavos.
Actualmente varias casas editoriales, sobretodo españolas, editan libros escritos en lengua judeoespañola. Gad Nasí publicó recientemente su obra editorial En tierras ajenas yo me vo murir: una excelente recopilación de cuentos y testimonios en lengua judeospañola. Igualmente, han vuelto a ser colocadas en el mercado publicaciones como Los Dos Mellizos, novela sefardí publicada por primera vez a finales del siglo XIX y Crónicas de los Reyes Otomanos de Moshé Almosnino, primera publicación formal en lengua judeoespañola.
Como el yidish, el judeoespañol tradicionalmente se ha escrito con caracteres aljamiados.




Más sobre el judeoespañol
Ladino y Haketia
Difundiendo el Ladino
Diccionario Ladino-Castellano

http://www.legadosefardi.net

domingo, 6 de mayo de 2007

Las guerras musulmanas


En un post publicado en julio de 2004 en http:///alianzacivilizaciones.blogspot.com he encontrado la siguiente entrevista a Samuel Huntington que arroja luz sobre el proceso bélico en el que nos estamos viendo inmersos:

El 11 de septiembre del 2001, el ataque terrorista contra Estados Unidos relanzó a la actualidad a Samuel P. Huntington, profesor de Harvard, por sus polémicas teorías sobre el "choque de civilizaciones".
El politólogo estadounidense sostiene ahora que se ha abierto una nueva era: la de las guerras musulmanas.-Hace casi diez años escribió "El choque de civilizaciones", un artículo en "Foreign Affairs", que en 1996 se hizo famoso gracias a un libro del mismo título que fue traducido a 32 idiomas.

¿El 11 de septiembre ha confirmado su teoría?
-En cierto modo sí.-

Los atentados del 11-S fueron la perfecta ilustración de su tesis. No se trataba de una guerra entre estados como en el siglo XIX o entre ideologías como en el XX, sino del ataque de un grupo islámico que actuó a título particular contra un símbolo de la civilización occidental: EE.UU.
-Así es, eran personas que se identificaban de modo decidido con una rama de la civilización islámica. Ossama Bin Laden también ha hablado de "lucha de las culturas".

-Para él, era una "guerra contra los cristianos y los judíos".
-Exacto. Aunque era un choque limitado. Justo después del 11 de septiembre dije: "Esto no debería degenerar en una lucha entre Occidente y todo el islam". Un verdadero choque mundial sólo ocurriría si los gobiernos y las sociedades islámicas se pusieran del lado de Bin Laden.

-En la guerra del Golfo, algunos países árabes se pusieron de parte de Estados Unidos contra Iraq. Sin embargo, ahora que está a punto de desatarse una segunda guerra contra Iraq, casi todo el mundo musulmán ha mostrado su oposición a Estados Unidos e Israel, ambos representantes prototípicos de occidente. El "choque entre civilizaciones" se nos muestra en toda su crudeza.
-Existe potencial para que se dé un verdadero choque. La lucha de culturas se ha dado de dos maneras: en la escalada entre India y Pakistán y en la segunda "intifada". Los musulmanes de todo el mundo se identifican con los palestinos ...

- ... Y el choque se amplía. En su época, su tesis recibió muchas críticas. Ahora parece más convincente que nunca. La lista de conflictos entre civilizaciones es cada vez más larga: musulmanes contra hindúes en India, contra cristianos en Nigeria, contra judíos en Oriente Próximo...
-La primera mitad del siglo XX fue la era de las guerras mundiales, la segunda fue la era de la guerra fría. En el siglo XXI ha empezado la era de las guerras musulmanas.

-¿Qué son las guerras musulmanas?
-Son todas las que ha mencionado. A las que hay que añadir Chechenia, Azerbaiyán, Afganistán y Asia central, Cachemira, Filipinas, Sudán y, por supuesto, Oriente Próximo. Son todas las guerras en que musulmanes luchan contra no musulmanes, así como entre ellos mismos.

-Entonces no se trata de una "lucha de las culturas", sino de una lucha entre una cultura, el islam, y todas las otras. Una frase famosa de un artículo suyo dice: "El islam tiene fronteras sangrientas".
-Así es.

-¿Por qué?
-No porque el islam sea por principio una religión sanguinaria. Aquí entran en juego muchos factores. Uno de ellos es el sentimiento histórico que albergan los musulmanes, y sobre todo los árabes, de que han sido sometidos y explotados por Occidente. Otro factor es el rencor debido a políticas occidentales concretas, en particular el respaldo de Estados Unidos a Israel. Un tercer factor es la demografía del mundo islámico. El grupo de edad de los 15 a los 30 años es el más grande. Estos hombres no encuentran trabajo en casa. Por lo tanto, intentan emigrar a Europa o se dejan reclutar en la lucha contra los no musulmanes. Al Qaeda paga muy bien.

-¿Entonces la lucha de culturas es provocada por un factor demográfico que se alimenta de los altos índices de desempleo de los jóvenes?
-Un hecho es consecuencia del otro. Las sociedades viejas no van a la guerra. A esto hay que añadir que a los musulmanes les indignan muchas cosas de Occidente.

-¿Europa disfruta de paz porque es vieja y gris?
-Los europeos eran muy violentos hace cien años, cuando su perfil demográfico se parecía al del mundo islámico. La masacre de la Primera Guerra Mundial sólo pudo tener lugar porque había muchos hombres a los que matar. Pero no debemos exagerar este factor. En el año 2020, esta cohorte habrá disminuido mucho. Este cambio permitirá que resulte más sencillo mantener relaciones de paz con el islam.

-¿Y hasta el 2020?
-Hay que tener en cuenta otro factor: el resentimiento que alberga contra Occidente y, en especial, contra Estados Unidos. Antes del 11-S, las simpatías estadounidenses estaban del lado de los chechenos o de los cachemires. Las simpatías occidentales, y sobre todo las de Estados Unidos, por los palestinos eran más fuertes.

-¿Perdería el islam sus "fronteras sangrientas" si Estados Unidos pusiera fin a esta ayuda?
Las "fronteras sangrientas" hacen referencia a un fenómeno más amplio que el conflicto palestino-israelí. Sin embargo, es cierto que los musulmanes consideran a Estados Unidos un país parcial que tiene en cuenta la seguridad de Israel como un interés nacional.

-¿Y el resto de los conflictos que moviliza a musulmanes contra no musulmanes? ¿De Nigeria a Filipinas, pasando por Sudán? Bernhard Lewis, gran erudito sobre el islam, cree que esta religión en conjunto tiene un problema con Occidente. Él también habló de un "choque de civilizaciones".
- Así es, y antes que yo.

-Él ve la "reacción histórica de un viejo rival civilizador contra nuestra herencia judeocristiana, nuestra presencia secular y la propagación mundial de ambas".
-Es, de hecho, una rivalidad histórica que existe desde el siglo VII, desde el nacimiento del islam y de la conquista árabe del norte de África, de Oriente Próximo y a continuación de parte de Europa. En el siglo XIX se volvieron las tornas, cuando Occidente empezó a colonizar a Oriente Próximo, proceso que completó en el siglo XX.

-Usted mismo ha escrito sobre la hostilidad islámica a ciertas ideas occidentales: individualismo, liberalismo, constitucionalismo, derechos humanos, igualdad de grupos y sexos, democracia...
-Debemos diferenciar entre corrientes y agrupaciones. Por supuesto que hay musulmanes que comparten estos valores occidentales. Lo que ocurre es que en general parecen ser una minoría con poca influencia y poder. La mayoría de regímenes del mundo islámico son dictaduras.

-¿Se trata entonces de una colisión de las formas de gobierno?
-La pregunta es: ¿por qué no hay democracia en Arabia? Quizá el motivo sea cultural. Pero examinemos el islam en general: Turquía es una especie de democracia. Bangladesh tiene un gobierno democrático. Pakistán lo ha tenido a veces. No creo que el islam como tal no sea democrático.

-Entonces, ¿sólo el islam árabe?
-Lo cierto es que en esa zona no existe la democracia, con la excepción de Líbano, pero se trata de un país que era más cristiano que musulmán; cuando las mayorías se invirtieron, estalló la guerra civil. Pese a todo, hay grandes diferencias entre los cuarenta países islámicos.

-Usted también ha escrito sobre una "relación islámico-confuciana", con ejemplos como el flujo de armas de China y Corea del Norte a Oriente Próximo. ¿Es una cuestión cultural o política?
-La base son los intereses comunes. Las culturas son muy distintas. Los intereses se refieren a un oponente común: Estados Unidos. Quizá Occidente en general. La política imperialista no termina nunca. Se refuerza mediante la cultura y la religión, aunque esto no lo explica todo. Véase, si no, la alianza entre Turquía e Israel.

-Aún existen más ejemplos que contradicen su tesis de lucha de las culturas. Usted describe Rusia como centro del "cristianismo oriental". Sin embargo, ¿esta cultura oriental no se decanta de manera decidida hacia occidente?
-Rusia lo ha hecho desde la época de Pedro el Grande. La occidentalización y la modernización son un viejo motivo de la historia rusa. Pero también lo contrario, el motivo eslavo, según el cual Rusia tiene un destino distinto al de Occidente y debería encaminarse hacia él. Esta vía se ve también en el bolchevismo, bajo el lema rojo: "Somos distintos y mejores, somos el futuro y enterraremos a Occidente".

-El conflicto "dentro" de las culturas es a veces más agresivo que el conflicto entre culturas. Iraq ha atacado a Irán y Kuwait. Por otro lado, Turquía se acerca más a la Unión Europea cristiana.
-Seguramente existen graves conflictos dentro del islam, tal y como subrayo en mi libro. A propósito de Turquía: hace veinte años que intenta entrar en la UE, pero sigue al final de la cola. Polonia, Chechenia, Estonia y Lituania subirán, pero no Turquía, porque la UE cree que no pertenece al club, y quizá también debido a motivos culturales.

-¿Qué tienen en común países como Uzbekistán o Kazajstán con Egipto, Argelia o Iraq?
-Todos son musulmanes y todos tienen movimientos fundamentalistas. Y regímenes extremadamente autoritarios. Lo más interesante del bloque que pertenecía antes a la Unión Soviética es que la democratización y las reformas económicas se desarrollan a lo largo de fronteras culturales muy precisas. Todos los países que pertenecieron a Occidente en el pasado, es decir, a Europa Central, han logrado grandes progresos. Las culturas ortodoxas como la búlgara, bielorrusa o ucraniana las siguen con retraso y la Albania musulmana o las repúblicas ex soviéticas de Asia central están mucho más atrasadas.

-¿En su proceso de desarrollo, sufre el islam de una cultura de mentalidad atrasada?
-Sólo en cuestiones económicas y políticas, no en las culturales. De los 25 países del antiguo bloque soviético, el desarrollo democrático y económico está en correlación con las diferencias civilizadoras. ¿Por qué le va mejor a Polonia que a Ucrania, a pesar de que la república del mar Negro era uno de los centros motores de la URSS?

-Por lo tanto, se debe a un destino cultural.
-No existe nada como el destino. Pero históricamente la cultura ha sido una fuerza muy poderosa y hoy en día lo sigue siendo.

-¿No existen también líneas de ruptura civilizadoras dentro de Occidente pese a la cultura que compartimos? los conflictos entre Europa y Estados Unidos aumentan, desde Kioto hasta el Tribunal Penal Internacional. Y casi ningún país europeo quiere participar en la guerra contra Saddam.
-Primero debemos diferenciar entre cultura y estructura, es decir, la estructura de la potencia global. En la guerra fría había dos superpotencias; ahora sólo hay una, más media docena de potencias regionales. Entre éstas y la superpotencia surge un conflicto natural. ¿Por qué? Porque Estados Unidos tiene intereses en todo el mundo. Por eso se inmiscuye en todos lados, para influir. Por otro lado, las potencias regionales (la UE, Rusia, China, India, Brasil) intentan encauzar cualquier asunto en la dirección que más les conviene. Esto provoca tensiones.

-Así, ¿la estructura pesa más que la cultura?
-En realidad, no. Estados Unidos y la UE comparten una cultura occidental común. En consecuencia, la lógica de la cultura trabaja contra la lógica de la potencia. Tomemos como ejemplo el 11 de septiembre, cuando esta cohesión cultural provocó una ola de compasión e identificación con Estados Unidos. Los europeos se vieron como miembros de una cultura occidental común. Sin embargo, ahora ha vuelto a imponerse la lógica de la potencia, junto con las antiguas diferencias. Los europeos no quieren tomar parte en la guerra contra Iraq y también han criticado la guerra contra el terror. A esto hay que añadir ciertas disputas económicas y ecológicas. El conflicto de potencias tiene un segundo aspecto. Las potencias secundarias, que no quieren ser dominadas por el poder principal de la región, se muestran como socios naturales de Estados Unidos.

-Como Inglaterra...
- ... cuyos vínculos culturales con EE.UU. son más estrechos. Polonia, Ucrania y Uzbekistán mantienen relaciones más cordiales con EE.UU.porque no quieren volver al yugo de Rusia.

-¿El equilibrio político clásico es decisivo?
-No, ambas cosas son importantes, tanto cultura como estructura. Las líneas de ruptura más importantes están ahí donde las diferencias de poder y cultura se solapan. EE.UU. y Europa no se enfrentarán en una guerra. Es más que probable que India y Pakistán acaben haciéndolo, igual que Israel y los árabes. Y China y EE.UU.

-Otra de sus citas dice: "The rest against the West" (el resto contra Occidente). Pero si tenemos en cuenta las tensiones transatlánticas, ¿podría convertirse en "the rest of the West against the US" (el resto de Occidente contra EE.UU.)?
-No, ya que la cultura común modera el conflicto de potencias. Lo cual no es el caso de China y Estados Unidos, donde el abismo cultural agudiza el conflicto de intereses.

-Entonces, ¿no llegarán al Tribunal Penal Internacional los actos de violencia?
-Es probable, aunque aquí se ha abierto un conflicto de potencias. Estados Unidos no quiere dejarse encadenar, porque tenemos soldados en todo el mundo que no quieren exponerse al peligro de un procesamiento penal.

-Sabíamos cómo habíamos evitado en el pasado los grandes conflictos ideológicos y de política imperialista. Occidente venció a la Alemania nazi, limitó políticamente e intimidó militarmente a la Unión Soviética. Pero, ¿cómo se lucha en una guerra de culturas? ¿Y contra quién?
-Esto depende del escenario. Al Qaeda es algo completamente nuevo. Bush habla de guerra contra el terrorismo. Políticamente es un concepto útil, porque todo el mundo está contra el terrorismo, pero analíticamente plantea problemas, porque este término puede abarcar distintas guerras. Rusos, chinos, indios, israelíes, todos califican a sus enemigos de terroristas. En el fondo son conflictos territoriales. La guerra de Al Qaeda contra Estados Unidos y la civilización occidental es harina de otro costal porque no tiene nada que ver con una guerra por un territorio...

-¿Sino con una guerra de civilizaciones?
-Por supuesto que lo es.

-¿Cómo se lucha en una guerra de este tipo?
-Antes que nada, hay que cortar el apoyo que recibe un grupo como al Qaeda de otros miembros de su civilización. Cuando estos grupos o estados se alían con una parte en conflicto, la escalada es inminente.
Es lo mismo que ocurrió en Serbia, donde Belgrado apoyaba militarmente a los serbios de Bosnia y Kosovo. Por lo tanto, al Qaeda debe quedar aislada en el mundo musulmán, lo cual es muy difícil porque opera en cincuenta o sesenta países. De forma que hay que atraer a estos países a nuestro bando. Sin embargo, el Gobierno de Bush tenía un problema después del 11 de septiembre: ¿Cómo ganarse el apoyo de todas las potencias regionales, que no eran precisamente los mejores amigos de Estados Unidos, como Rusia, China, e incluso Irán?

-¿Volverá a atacar Al Qaeda?
-Como mínimo lo intentará.

Copyright "Die Zeit". Traducción de Robert Falcó

El corán intoxicador


'Nuestro primer enemigo no es Bin Laden ni
Al Zarqaui, es el Corán, el libro que los ha
intoxicado'
ANDRZEJ MAJEWSKI. Especial para EL MUNDO (16/09/2006)


Polémica y beligerante, desgarradora y sincera, la periodista italiana Oriana Fallaci aprovecha sus ensayos y artículos para manifestar su honda preocupación por la amplia presencia en Europa de fieles musulmanes. En esta entrevista, realizada por un sacerdote católico que trabaja además en la televisión pública polaca, Fallaci insiste en la idea de que el Despertar del islam es el fin de Occidente.

Pregunta.- Los responsables de los atentados terroristas de Londres eran musulmanes nacidos en Gran Bretaña o ciudadanos ingleses.Por lo tanto, se podrían considerar ciudadanos europeos.
¿Cree que para defender nuestro continente y la civilización europea tenemos que expulsar a
todos los musulmanes de Europa?

Respuesta.- Para comenzar, no son del todo europeos. No pueden considerarse europeos. O no
más de lo que nosotros podríamos ser considerados islámicos, si viviésemos en Marruecos, en
Arabia Saudí o en Pakistán, con el oportuno permiso de residencia o con la ciudadanía. Porque
esta última no tiene nada que ver con la nacionalidad.
A mi juicio, incluso los que tienen la ciudadanía son huéspedes y nada más. O mejor dicho:
invasores privilegiados. Además, una cosa es expulsar a los aprendices de terroristas o a los
aspirantes a terroristas, a los ilegales, a los vagabundos que viven robando y trapicheando con
droga o, incluso, a los imames que predican la guerra santa e incitan a sus fieles a masacrarnos, y
otra cosa es expulsar indiscriminadamente a toda una comunidad religiosa.
Naturalmente, si quisiesen irse por su propio pie, no lloraría.Más aún, le pondría una vela a la
Madonna. De hecho, ya lo sugería en el ensayo publicado recientemente en el Corriere della Sera, titulado El enemigo que tratamos como amigo. '¿Si somos tan estúpidos, tan tontos, tan despreciables y pecaminosos -escribía-, si nos odiáis y nos despreciáis tanto, ¿por qué no os volvéis a vuestra casa?'.
Pero deben estar bien aquí, porque no quieren irse. Ni siquiera lo piensan. Y aunque lo pensasen, ¿cómo llevarían a la práctica algo así? ¿Por medio de un éxodo parecido al de Moisés guiando a los judíos fuera de Egipto a través del Mar Rojo? Ya son demasiados.
Calculando sólo los que están en la Unión Europea, cerca de 25 millones, según los datos más
recientes, calculando también los que están en los países que no forman parte de la Unión y en la
ex Unión Soviética, cerca de 60 millones. Esta es su Tierra Prometida, ¿o no? Respeto, tolerancia. Asistencia pública, libertad en abundancia. Sindicatos y jamón, el despreciado jamón, vino y cerveza, el despreciado vino y la despreciada cerveza. Vaqueros y licencia para ejercer su
prepotencia por doquier sin ser castigados ni recriminados ni llamados al orden (incluida la licencia de tirar los crucifijos por las ventanas). Protectores o colaboracionistas siempre dispuestos a defenderlos en los periódicos y a impedir su expulsión, aunque venga dictada por los tribunales.
Querido padre Andrzej, es demasiado tarde ya para pedirles que vuelvan a su casa. Habríamos
tenido, habrían tenido que pedírselo hace 20 años. Pero en cambio, los hemos dejado entrar, en
nombre de la piedad y del pluriculturalismo, de la civilización y del modernismo, aunque en
realidad gracias a cínicos acuerdos euro-árabes de los que hablo en mi libro La fuerza de la razón, peor aún; tras haber descubierto que no les gustaba ya hacer de proletarios, recoger los tomates, trabajar en las fábricas, limpiar nuestras casas y nuestros zapatos, les llamamos. 'Venid, queridos, venid, porque tenemos tanta necesidad de vosotros...', y ellos vinieron.A cientos, a miles.
Y qué le vamos hacer si, muchas veces, en vez de personas deseosas de labrarse una vida digna
trabajando, nos encontramos a menudo con vagabundos. Vendedores ambulantes de inutilidades, dispensadores de droga y futuros terroristas. O terroristas ya entrenados y entrenándose. ¡Y qué le vamos a hacer si desde el momento en que desembarcan nos cuestan un riñón! Comida y alojamiento. Escuelas y hospitales. Subsidios mensuales. Y qué le vamos hacer si nos llenan de mezquitas. Y qué le vamos a hacer si se adueñan de barrios enteros e, incluso, de ciudades enteras. Y qué le vamos a hacer si, en vez de mostrar un poco de gratitud y un poco de lealtad, pretenden incluso el derecho al voto que, pasándose la Constitución por el forro, le regalan los partidos de izquierdas.Y qué le vamos a hacer, si para proteger la libertad, por culpa suya tenemos que renunciar a algunas libertades. Y qué le vamos a hacer, si Europa se está
convirtiendo o se ha convertido ya en Eurabia.
Querido padre Andrzej, no sé qué es lo que está pasando en Polonia.Pero en el resto de Europa,
comenzando por mi país, no está sucediendo lo que pasó en Viena hace tres siglos. Cuando los
600.000 otomanos de Kara Mustafa pusieron sitio a la capital, considerada el último baluarte del cristianismo, y junto a los demás europeos (excepto Francia) el polaco Juan Sobieski los expulsó al grito de «Soldados, combatid por la Virgen de Czestochowa». No, no. Aquí está pasando lo que pasó, hace más de 3.000 años, en Troya, cuando los troyanos abrieron las puertas de la ciudad y condujeron dentro el caballo de Ulises. Despreciada como una Casandra a la que nadie escucha, hace años que repito sin cesar la misma canción: 'Arde Troya, arde Troya'. Y hoy, todas nuestras ciudades y pueblos arden de verdad. ¿Exiliar? ¿A quién quiere exiliar? Hoy, los exiliados somos nosotros. Exiliados en nuestra propia casa.

P.- ¿Cómo cree que debería reaccionar el papa Benedicto XVI ante esta situación, siendo, como
es, el jefe de la Iglesia Católica Apostólica Romana y líder de una religión que predica paz, no
violencia y bondad?

R.- Mire, en mi ensayo El enemigo que tratamos como amigo, en un momento determinado me
dirijo directamente a Ratzinger reprochándole lo que le reprochaba a Wojtyla. El diálogo con el
islam. 'Santidad -le digo-, ¿cree realmente que los musulmanes aceptan dialogar con los
cristianos, incluso con las demás religiones o con los ateos como yo? ¿Cree realmente que pueden
cambiar, revisarse y dejar de sembrar bombas?'. Y ahora añado: El terrorismo islámico no es un
fenómeno aislado, un hecho en sí mismo. No es una iniquidad que se limita a una minoría exigua
del islam. (En cualquier caso, una minoría nada exigua. Se calcula que, en Europa, dispone de
40.000 terroristas dispuestos a sacrificarse. Y no olvidemos que detrás de cada terrorista hay una organización concreta, una excelente red de contactos, un océano de dinero. Ergo, ese número de 40.000 hay que multiplicarlo al menos por cinco o por 10).

La ofensiva global ideada por Jomeini

El terrorismo islámico -prosigue Fallaci- es sólo un rostro, un aspecto de la estrategia adoptada en tiempos de Jomeini (en los días de los cínicos acuerdos euro árabes) para poner en marcha la
ofensiva global llamada el Despertar del islam. Un despertar que, una vez más, pretende acabar
con Occidente, su cultura, sus principios y sus valores. Su libertad y su democracia. Su
cristianismo y su laicismo. (Sí, señores, también con el laicismo.Quizás sobre todo con el laicismo.
¿Todavía no se han dado cuenta de que el laicismo no puede cohabitar con la teocracia?).
Un despertar, en definitiva, que no se manifiesta sólo por medio de las matanzas, sino también
por medio del secular expansionismo del islam. Un expansionismo que, hasta el asedio de Viena,
se producía con los ejércitos y las flotas de los sultanes, los caballos, los camellos y las naves de
los piratas, pero que ahora se realiza por medio de los inmigrantes, decididos a imponernos su
religión. Su prepotencia, su enorme capacidad prolífica.
Pues bien, el Papa lo sabe mejor que yo. Mejor que todos nosotros.El problema es que se
encuentra en una situación dificilísima desde un punto de vista político y humano. Ante todo, por
el hecho de estar al frente de una Iglesia que basa su credo en el amor y en el perdón. Una Iglesia que, en términos ecuménicos, predica el 'ama a tu prójimo, por lo tanto también a tu enemigo como a ti mismo'.
Después, por el hecho de gobernar una inmensa comunidad que, respecto al islam, incluso en las
filas de su jerarquía, está dividida, es decir, enrocada sobre posiciones opuestas. Piense en Cáritas que rescata a los ilegales e, incluso, los esconde.Piense en los Combonianos que con la bandera arcoiris sobre la sotana blanca les distribuyen simbólicos permisos de residencia.Piense en los sacerdotes que, en los altares de sus iglesias, permiten a los imames celebrar el matrimonio mixto y gritar Alá akbar, Alá akbar, (como pasó, por ejemplo, en Turín).
Y por último, al Papa le pesa el hecho de ser el inmediato sucesor de otro Papa, el papa Wojtyla, que fue el primero en hablar de diálogo. Que con el comunismo y con la Unión Soviética utilizaba el puño de hierro, pero con el islam utilizaba el guante de terciopelo.Que invitaba a los imames a Asís. Que recibía en el Vaticano al ex terrorista y magnate de terroristas, Yasir Arafat. Y que nunca condenó directamente a Bin Laden.
Pues bien, Ratzinger quería mucho a Wojtyla. ¿Cómo se puede pretender, ahora, que, una vez
vestido de blanco, emprenda otro camino y rechace el sueño del diálogo? Y sin embargo, confío en Ratzinger, en Benedicto XVI. Es demasiado inteligente para no darse cuenta de que el Despertar del islam está en marcha como en la época del Imperio Otomano, y que con su fundamentalismo ha asumido los contornos de un nuevo nazismo. Que dialogar o ilusionarse con poder dialogar con un nuevo nazismo equivale a cometer el mismo error que la Inglaterra de Chamberlain y la Francia de Daladier cometieron en 1938. Cuando, creyendo poder dialogar con Hitler, Francia e Inglaterra firmaron el Pacto de Munich y, un año después, se encontraron con Polonia invadida por los nazis.
Es un hombre realmente razonable, Benedicto XVI. Mire cómo afronta, por ejemplo, el irresoluble problema de conciliar la fe con la razón. Se da perfectamente cuenta de que el laicismo ha perdido el tren en su relación con el islam. Han creado un vacío que alguien tiene que llenar. Por eso creo que, antes o después, él lo llenará. Eso significa recordar a la intransigencia de la fe que la autodefensa es legítima defensa. No un pecado. Significa sostener que, cuando es necesario, incluso un santo puede dar un puñetazo en la mesa. Comportarse como Jesucristo que pierde la paciencia en el Templo y tira los puestos de los mercaderes y quizás les lanza también un puñetazo a la nariz. Y a mi juicio, significa elegir bien a los aliados. Para mí, atea-cristiana(devota no, pero cristiana sí), el cristianismo no es sólo una filosofía de primera calidad, un pensamiento en el que inspirarme, una raíz de la que no puedo, no debo y no quiero prescindir.Es también un aliado. Un compañero de ruta. Por lo tanto, también lo es el que lo interpreta a su máximo nivel. El que lo representa.

P.- ¿Qué opina de la guerra contra el terrorismo, capitaneada en estos momentos por EEUU?

R.- Mire, padre Andrzej. Un mes antes de que estallase la guerra en Irak escribí para el Wall
Street Journal y para el Corriere della Sera un artículo titulado La Rabia, el Orgullo y la Duda
donde decía: '¿Y si Irak se convirtiese en un segundo Vietnam? ¿Y si de la derrota de Sadam
Husein naciese una República Islámica de Irak, es decir, una copia de la República Islámica del
Irán jomeinista? La libertad y la democracia no se pueden regalar como dos trozos de chocolate.
Especialmente, en un país y en una sociedad, que ignora el significado de esos conceptos. La
libertad hay que conquistarla. Quizás me equivoque, pero yo dejaría a los iraquíes cocerse en su
propia salsa'.

No sabe qué es la democracia
¿Me equivocaba? -se pregunta la veterana periodista-. Me temo que no. Es verdad que me
encanta ver a Sadam Husein caído de su trono junto a su banda. Me satisface pensar, aunque sólo sea con una migaja de esperanza, que aunque ignoren lo que es la democracia muchos iraquíes fueron a votar. Pero, visto el precio que están pagando y que estamos pagando, vistos los muertos que a ambos nos cuesta, sigo pensando que habría sido mejor dejarlos cocer en su propia salsa. En Irak, Estados Unidos se ha empantanado, como se empantanó en Vietnam.
Y por si eso no fuese suficiente, el Irán de Jomeini se ha quitado la máscara, imponiendo sus
centrales nucleares y eligiendo como presidente al torvo individuo que en Teherán dirigió el
secuestro de los americanos de la embajada de EEUU. El petróleo aporta mucho dinero, y, con la
ayuda de Irán, la República de Irak se torna un fardo cada vez más pesado.
Dicho esto, es decir admitiendo que ya se ha metido la pata, afirmo que atribuir el terrorismo a la guerra de Irak es un error e, incluso, un fraude para engañar a los tontos. El 11 de Septiembre no había estallado la guerra de Irak. La guerra que declaró oficialmente el 11 de Septiembre Osama bin Laden ya estaba en marcha. Desde hace décadas, los hijos de Alá venían atormentando a Europa, a Norteamérica y a Israel con sus matanzas. ¿Recuerda las que, también en Italia, sufrimos a manos de Habash y de Arafat?
Entiendo hacia dónde apunta su pregunta. Apunta al asunto de la retirada de tropas de Irak. Y le contesto: El terrorismo no cesará ni disminuirá imitando al irresponsable e insoportable Zapatero. Al contrario. Cada vez que un contingente se retira, Europa ofrece otra prueba de debilidad y de miedo.

P.- A su juicio, definir al islam como «una religión de paz» y decir que el Corán enseña la
misericordia es una tontería.¿Por qué?

R.- Porque, amén de 14 siglos de Historia (siglos durante los cuales el islam no hizo otra cosa que
desencadenar guerras, es decir conquistar, someter y masacrar), lo dice el Corán. Es el Corán, y
no mi tía, el que llama a los no musulmanes «perros infieles». Es el Corán, no mi tía, el que los
acusa de oler como los simios y los camellos. Es el Corán, no mi tía, el que invita a sus secuaces a
eliminarlos. A mutilarlos, a lapidarlos, a decapitarlos o, al menos, a degollarlos. De tal forma que,
si en Arabia Saudí, te pillan con una cruz en el cuello, una estampita en la cartera o una Biblia en
tu casa, terminas en la cárcel y quizás en el cementerio.
Hay que meterse en la cabeza esta sencilla, inequívoca e indiscutible verdad: todo lo que los
musulmanes hacen contra nosotros y contra sí mismos está escrito en el Corán. Viene pedido y exigido por el Corán. La yihad o guerra santa. La violencia, el rechazo de la democracia y de la libertad. La alucinante servidumbre de la mujer. El culto a la muerte, el desprecio a la vida...

Y no me responda como los zorros del islam moderado, no me diga que en el Corán hay versiones distintas y diversas. Por mucho que cambien las versiones, en todas ellas la esencia es la misma.No entiendo la deferencia con la que ustedes, los católicos, se refieren al Corán. Alá no
tiene nada que ver con el Dios del cristianismo. Nada. No es un Dios bueno, no es un Dios
padre.Es un Dios malo. Un Dios dueño. No trata a los seres humanos como hijos. Los trata como súbditos, como esclavos. Y no enseña a amar: enseña a odiar. No enseña a respetar: enseña a despreciar.No enseña a ser libres: enseña a obedecer.

El enemigo al que tratamos como amigo
Basta leer las suras sobre los «perros infieles» -apunta la periodista- para darse cuenta de ello.
No, no. Nuestro primer enemigo no es Bin Laden. No es Al Zarqaui. No son los terroristas que
cortan cabezas. Nuestro primer enemigo es ese libro. El libro que los ha intoxicado. Por eso digo
que el diálogo con el islam es imposible y rechazo el cuento del islam moderado, es decir el islam
que, de vez en cuando, se digna a condenar las matanzas, pero a la condena añade un pero. Por
eso, la convivencia con el enemigo que tratamos como amigo es una quimera y la palabra
«integración» es una mentira. Jurídicamente, de hecho, muchos son realmente nuestros
conciudadanos. Gente nacida en Inglaterra, en Francia, en Italia, en España, en Alemania, en
Holanda, en Polonia, etcétera.Individuos crecidos como ingleses, franceses, italianos, españoles,
alemanes, holandeses, polacos... Que parecen realmente integrados en nuestra sociedad. Pero, al
mismo tiempo, siguen tratando a sus mujeres (y también a las nuestras) como las tratan. Les
pegan, las humillan y, a veces, las matan. Y cuando meten sus pies en la mezquita, se dejan de
nuevo crecer la barba. Escuchan al imán que predica la yihad, estudian lo que es, aprenden de
memoria el Corán y, ¡zas!, se convierten en aspirantes a terroristas y, después, en alumnos
terroristas y después en militantes terroristas. Mientras los que no lo hacen, los llamados
moderados, farfullan sus ambiguos pero.

Tras el 7-J de Londres
Padre Andrzej, las estadísticas siempre me han resultado antipáticas -afirma Fallaci-. Sin
embargo, no se pueden ignorar y, según la encuesta realizada tras las matanzas de Londres por el Daily Telegraph, resulta que el 24% de los musulmanes ingleses admite 'sentir simpatía por los sentimientos y los motivos que condujeron a la masacre del 7 de julio'. El 46% de los moderados comprende 'por qué los terroristas se comportan de esa forma'. Y el 32% considera que 'los musulmanes tienen que poner fin a la decadente civilización occidental'. El 14% confiesa 'no sentir el deber de advertir a la policía si saben que se está preparando un atentado y, mucho menos, si un imán incita a la guerra santa». Por si no fuese suficiente, en un informe gubernamental, titulado The Next London Bombing, se deduce que en Gran Bretaña hay 16.000 musulmanes enrolados en actividades terroristas, y que la mitad de los jóvenes musulmanes entrevistados se dicen 'ansiosos por pasar a la violencia para eliminar nuestra inmoral sociedad'.
Padre Andrzej, le fastidia oír ciertas cosas, ¿verdad? Le repugna ver en tantos huéspedes nuestros una nueva juventud hitleriana que aplica su Mein Kampf, ¿verdad? Y le parece excesivo que yo vea en ellos un peligro para Occidente y para el resto de la Humanidad, ¿verdad? Por eso le recuerdo que quienes instalaron el nazismo en Alemania y en Europa no fueron todos los alemanes. Fue la minoría de desalmados que miraba al profeta Hitler como los terroristas de hoy miran al profeta Mahoma.
Y si cree que es injusto echarle la culpa a una religión e, incluso, a un libro, piense en el chico
americano que los marines capturaron con los talibán durante la Guerra de Afganistán. Americano, repito. Californiano. De Los Angeles, con la piel blanca como la clara del huevo y de educación laico cristiana. No era marroquí ni tunecino o saudí o senegalés o somalí. Pero un día ese chaval americano puso el pie en una mezquita y dijo a sus padres: 'Mummy, daddy, quiero estudiar el Corán'. Después, se fue a Pakistán, aprendió el Corán de memoria, se hizo lavar el cerebro por los imanes y terminó con los talibán en Kabul.

Padre Andrzej, ésta es mi respuesta a su última pregunta. Sé muy bien que, al dársela, refuerzo el riesgo de ir a la cárcel por delito de opinión enmascarado bajo la acusación de 'vilipendio al Islam'. Sé bien que, junto a la cárcel, arriesgo la vida, es decir, desafío una vez más a la nueva Hitler- Jugend que quiere matarme. También sé que tampoco nosotros podemos presumir de santos. Que, en nuestra Historia, también nosotros hemos combinado las luces y las sombras. Pero hoy, el peligro no somos nosotros. Son ellos. Es su libro. Y dado que nadie lo dice, dado que alguien debe decirlo, lo digo yo.




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