miércoles, 28 de marzo de 2007

La formación del Estado de Israel



La formación del estado de Israel:
El estado de Israel (Medinat-Yisrael) inició su existencia en 1948, a los pocos meses de que la Asamblea General de las Naciones Unidas hubiera optado por la partición como única solución posible a las rivalidades árabe-judías en Palestina. Su creación fue el momento culminante de más de sesenta años de agitación sionista. Desde sus mismos inicios Israel ha sido un país sitiado, en lucha por su existencia en cuatro guerras contra los países árabes vecinos. Palestina, una gran parte del imperio otomano, quedó bajo control británico durante la primera guerra mundial y desde 1923 bajo la administración de Gran Bretaña por mandato de la Liga de Naciones. Los británicos ya habían prometido su ayuda a los judíos para el establecimiento de un hogar nacional en Palestina en la Declaración de Balfour (1917), con tal de que fueran respetados los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías allí existentes. En los tiempos del mandato, en Palestina había sólo 80.000 judíos; pero Gran Bretaña hizo honor a su promesa y fomentó la inmigración de tal manera que, hacia 1939, la población judía casi alcanzaba ya el medio millón. El resentimiento de los árabes ante la creciente inmigración judía se había puesto ya de manifiesto en una clara rebelión, hasta el punto en que los británicos se vieron obligados a poner límites a una ulterior entrada de judíos. Tras la segunda guerra mundial, y en plena actividad terrorista judía y árabe, la situación se deterioró rápidamente y los británicos se vieron obligados a entregar su mandato.
El plan de las Naciones Unidas (1947):
Contemplaba la división de Palestina en dos países independientes y la conversión de Jerusalén en ciudad internacional, fue aceptado por los judíos palestinos y rechazado por los árabes. Gran Bretaña había fijado el 15 de mayo de 1948 como fecha de entrega de su mandato, pero el 14 de mayo se proclamó el Estado de Israel. Los países árabes vecinos invadieron inmediatamente Palestina. Cuando finalizó la batalla, con un armisticio en abril de 1949, los israelíes habían ganado para su nuevo estado una extensión mucho mayor de la que habían propuesto las Naciones Unidas. A partir de entonces y hasta 1967, las fronteras de facto de Israel fueron las líneas de demarcación señaladas por el armisticio, si bien durante la guerra de Suez (1956) Israel ocupó temporalmente la mayor parte del Sinaí. La Guerra de los Seis Días (5-10 de junio de 1967) significó una aplastante derrota para Egipto y sus aliados y dio a Israel el control de la franja de Gaza y todo el Sinaí hasta el Canal de Suez, juntamente con el territorio situado en la margen occidental del río Jordán, así como los altos del Golán sobre la frontera siria. Fue con la intención de recuperar estos territorios perdidos por lo que Egipto y Siria iniciaron la cuarta guerra árabe-israelí (7-24 de octubre de 1973), conocida también con el nombre de guerra del Yom Kipur porque empezó el día de la expiación. Cuando ambos lados aceptaron la llamada de las Naciones Unidas para un alto el fuego, los israelíes se encontraban ya a muy poca distancia de Damasco, la capital siria, y, atravesando el Canal de Suez, habían penetrado también en Egipto hasta las proximidades de los lagos Amargos, al tiempo que los egipcios habían irrumpido entre las líneas defensivas israelíes a través del canal y habían penetrado en el Sinaí. Las Naciones Unidas organizaron una comisión para la supervisión de la tregua, y tras la voluntad aparente de ambos lados para el inicio de negociaciones, se produjo una intensa actividad diplomática que en 1974 dio por resultado el establecimiento con Siria y Egipto de unos territorios negociados por el secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger. En ellos se establecía una zona neutral a lo largo de la margen oriental del Canal de Suez y a lo largo de los altos del Golán, patrullada por las fuerzas de las Naciones Unidas. En 1977 el presidente egipcio Sadat visitó Israel, iniciándose así un período de negociaciones que culminó con la firma de un tratado de paz entre ambos países y la devolución a Egipto de la península del Sinaí, operación que finalizó en abril de 1982. En junio del mismo año, las tropas israelíes invadieron el sur del Líbano y llegaron hasta las puertas de Beirut, en una ofensiva militar destinada a destruir las bases de los guerrilleros de la OLP, que proseguían sus operaciones de hostigamiento contra la región septentrional de Israel. La retirada de los israelíes al interior de sus fronteras, cediendo a la presión internacional, no se produjo hasta 1985.

[El conflicto] tiene su origen en las actitudes del movimiento sionista, que desde finales del siglo XIX planteó el retorno judío a Palestina, entonces bajo dominio turco, después de dieciocho siglos de éxodo. Si bien es cierto que la primera consagración de ese proyecto sólo se consiguió cuando en noviembre de 1917, en el Parlamento de Westminster, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores Lord Balfour, anunció la disposición de Su Graciosa Majestad de facilitar el nacimiento de un "hogar nacional judío"; que empezó a hacerse realidad cuando Palestina, no casualmente -y faltando a todas las previas promesas británicas a favor de la creación de una Gran Nación Arabe- se convirtió en un mandato de la Sociedad de Naciones bajo administración de Londres. Poco después, en 1922 los mandatarios autorizaron la creación de la Agencia Nacional Judía, que desde ese momento pasó a ser el embrión de un verdadero Estado. En tales condiciones, el flujo inmigratorio fue in crescendo, para trastocarse en una auténtica invasión una vez terminada la Guerra Mundial en 1945. Todo ello al amparo de las organizaciones pro-Estado de Israel, que organizaron, además fuertes movimientos terroristas -siendo los más importantes Hagana, Stern y el Irgun Zvai Leumi, para acabar con las dubitaciones del protectorado de los británicos. Hasta el punto de que éstos, ante la imposibilidad de resolver un problema cada vez más enrevesado, recurrieron a las Naciones Unidas, que en célebre reunión del 19 de noviembre de 1947 decidió la partición de Palestina en dos Estados: uno israelí y otro árabe con una zona internacional para Jerusalén. Poco después se proclamaría la independencia del Estado judío el 15 de mayo de 1948, con la huida masiva de palestinos de su territorio. Y la guerra que siguió, hasta 1949, permitió ampliar el espacio israelí en 5.000 kilómetros cuadrados sobre la previa partición de la ONU, incluyendo una zona muy importante de Jerusalén.

Winston Churchill y Palestina:
Durante los años veinte, de hecho se produjeron la mayoría de los movimientos independentistas de las Colonias del siglo XIX e Inglaterra tuvo que negociar con ellas diferentes estatutos, ya que como se demostró más tarde, aparte de los problemas políticos, el costo de mantenimiento de las colonias podía llevar a la metrópoli a la bancarrota. Su primer trabajo, pues, como Ministro de las Colonias fue el de estudiar un sistema de gobierno para el Medio Oriente que redujese el costo de la dominación inglesa. Sólo en 1920, Palestina, Iraq y Arabia habían costado al contribuyente británico 37 millones de libras esterlinas. El objetivo de Churchill era reducir la cifra al menos en un 50 por ciento. ... Nombró consejero para los asuntos árabes al coronel T.E.Lawrence, quien sería conocido después como Lawrence de Arabia. Lawrence negoció con el emir Feisal quien aceptó renunciar a todas las reivindicaciones de su padre en Palestina a cambio del trono de Iraq para él y de la Transjordania para su hermano Abdullah. Esta división creaba una línea de repartición natural: el río Jordán, y Churchill -confiando en que los dos hermanos aceptarían no atacar a los franceses en Siria- dio así la orden de evacuar a los soldados ingleses de Iraq en el plazo de un año. En Palestina, sin embargo, las cosas serían más difíciles. En la reunión del 31 de mayo de 1921, los árabes de Palestina exigieron la creación de una Asamblea Legislativa, opción que había sido descartada pues cualquier órgano elegido prohibiría sin duda la emigración de los hebreos. Pero para no ganarse la total enemistad de los árabes se aprobó una propuesta para limitar la emigración judía según los límites económicos de Palestina.

FUNDACIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL

Cuando los británicos pierden el control de la situación y ante la masiva e imparable oleada de inmigrantes judíos (a veces ilegal), tras el horror nazi, la O.N.U. se hace cargo de la cuestión palestina.Toda vez que quedó demostrado que árabes y hebreos no podían convivir en el marco de un Estado único, la O.N.U. acordó la partición de Palestina en 2 estados (uno árabe y otro judío), y Jerusalén controlada por fuerzas internacionales. Mapa Tras fuertes discusiones, en 1947, 33 países votaron a favor (entre ellos, EEUU y la URRS); 13 en contra (países del entorno y otros musulmanes); y 10 se abstuvieron (entre ellos Gran Bretaña que había sido, a través de la Declaración Balfour, la mayor promotora de la creación del Estado de Israel en Palestina).Cuando se supo el resultado de la votación, los países árabes manifestaron que nunca aceptarían la partición del territorio, ni la existencia de un Estado judío.










¿Dónde estaban los Palestinos antes de la creación del estado de Israel?
Hasta el año 1950, el nombre del periódico "Jerusalem Post" era "Palestine Post"; el diario de la "Organización Sionista Americana" se llamaba "Nueva Palestina". El Nombre de la "Compañía Eléctrica de Israel" era "Compañía Eléctrica Palestina". También teníamos la "Fundación Filantrópica Palestina" y la "Filarmónica Palestina" nos deleitaba con su música. Todas estas eran organizaciones judías, ¡No palestinas! Un joven sionista en Estados Unidos cantó "Palestina, Mi Palestina"; el canto de los niños exploradores israelíes era "La Canción de los Exploradores Palestinos". En resumen, antes de la fundación oficial del Estado Israelí, el término Palestina, para los mismos israelíes, no significaba NADA relacionado con los Palestinos de hoy día. En la historia de la humanidad, no ha existido nunca un pueblo llamado el Pueblo Palestino. No existe un idioma que los Palestinos hablan. Es sencillamente un territorio ocupado por grupos extranjeros y poco a poco quitado violentamente, a través del terrorismo.
Palestina era Israel. Israel era Palestina. En términos generales, el término Palestina o el término "Palestinos", se refería a la región de Palestina, ya que los ingleses así lo popularizaron. La diferencia entre judíos y árabes se hacía diciendo "Judío Palestino" y "Árabe Palestino". Los nombres " Jerusalem Post" y " Filarmónica Palestina " se referían a entidades que existían en una región geográfica conocida como Palestina. La adopción de los Árabes Palestinos de ese término para ellos, es una modalidad que surgió por la carencia de NINGUNA OTRA FORMA de llamarse a sí mismos. El término Palestinos para los árabes es un fenómeno reciente. Hasta el establecimiento del Estado Israelí, y quizás por unos diez años más, el término "Palestino" se aplicaba a todo lo que era judío y no a los árabes inmigrantes que se erradicaron poco a poco en el territorio israelí


3 comentarios:

*Kraken-Leviathan* dijo...

excelente documento historico!
....de interes cultural social...
comun a todos...

Anónimo dijo...

Las dudas acerca de la historicidad del pueblo palestino son tan legítimas, o ilegítimas, como las que se refieren al "pueblo judío". Aquí, sin embargo, entramos en un terreno más cenagoso. Pues, qué es lo que determina nuestra pertenencia al mismo?, la religión?, el nombre? Supungo que podemos rechazar los argumentos étnicos. Mi apellido es probablemente judío, como el de miles de Europa a donde llegó la diáspora hace ya 2000 años. Sou por ello judío? El único elemento incontrovertible a la hora de definir esa "nacionalidad" es la religión, criterio que en el pasado sirvió para amalgamar a las tribus semitas que vivieron en el territorio al que hoy llamamos Palestina. Por lo tanto, los mismos argumentos que empleas para rechazar las reivindicaciones nacionales de la comunidad árabe-palestina, puedas aplicarlos a los "judíos". No existe ese pueblo, lo que sí existen son alemanos, húngaros, polacos o españoles de origen judío. Y propiamente judío debería denominarse a los creyentes de dicho culto.
Por cierto, los enemigos históricos de los judíos que procedían de Egipto eran los filisteos, que dan nombre al territorio y del que se proclaman descendientes los palestinos (legítimos).

pacobetis dijo...

lo siento pero no puedo estar de acuerdo contigo. es cierto que la religión ha aglutinado a los judíos pero no es su única característica, ya que hay muchas coincidencias étnicas y, sobre todo, culturales. los judíos se han considerado a si mismos como tales durante miles de años y, quizás tan importante, han sido reconocidos como judíos por el resto. han sido perseguidos y exterminados por ser judíos incluso si abandonaban su religión para convertirse al cristianismo.
por otro lado el pueblo judío SIEMPRE ha estado ligado a la tierra de Israel, a la que ha considerado su hogar. los árabes JAMÁS han tenido conciencia de palestina como un ente territorial o social, hasta que a los dictadores y reyezuelos musulmanes les ha interesado para utilizarlo como banderín de enganche y desviar la atención de sus subditos.
por último, los filisteos no procedían de egipto sino las migraciones de los pueblos del mar o pelasgos, probablemente de lo que después se conoció como grecia, y que se mezclaron con los cananeos, emparentados con los fenicios. por lo tanto no eran semitas.
otra cosita: los palestinos actuales no tienen nada que ver con los filisteos salvo en el nombre (que por cierto es como se les llamaba a los judíos que vivian en la zona durante el mandato británico). los palestinos son árabes y de buscarles algún ancestro sería mejor entre los moabitas y amonitas.
un saludo